Una recordada apuesta en materia de ahorro energético del actual gobierno estradense fue la decisión de suprimir puntos de luz en el amplio rural del municipio. El último dato que baraja el ayuntamiento es que se apagaron un total de 2.500 puntos que se entendían completamente prescindibles. Este "apagón" se realizó en el marco de una campaña concreta de ahorro, aunque tras ella pudo apagarse alguna farola más cuya necesidad se pudiese cuestionar con posterioridad.

El apagado de determinadas farolas del alumbrado público en el ámbito rural del municipio, sumado a las medidas aplicadas en el casco urbano, permitieron en seis meses un ahorro de 80.000 euros en esta factura, según se aseguró en su momento desde el Concello. Se dijo entonces que las previsiones más contenidas situaban el ahorro de este plan de recorte del consumo energético entre los 150.000 y los 160.000 euros un año.