Reproches, acusaciones, artimañas políticas y palabras altisonantes volvieron a saltar a la arena del pleno cuando el gobierno llevó por tercera vez consecutiva las obras restantes de un paquete de actuaciones que había sido vetado por PP y por Cruz. El concejal Francisco Vilariño fue el encargado de defender la urgencia de habilitar una valla de protección en la rúa Dos Lirios, la constucción de un parque infantil en la zona del Paseo do Pontiñas, reformas en el auditorio, compra de composteros para el programa de gestión de residuos de la Diputación e inversiones en materia de promoción turística. El PP justificó su veto en los dos plenos pasados y también en el de ayer a estos proyectos por no haber sido invitados a negociar estas inversiones tras ser informado del montante disponible del remanente de tesorería para estas obras. Su portavoz, José Crespo, dijo que un gobierno en minoría debería actuar con más habilidad y no cargar contra la oposición o animar a los vecinos de la calle Lirios a que acudiesen al pleno para dejar al PP en evidencia por no querer respaldar esta obra. Entonces, tras tumbar las inversiones de nuevo con el apoyo del edil no adscrito, Crespo hizo una jugada magistral desde el punto de vista de la estrategia política que no pudo culminar por la expulsión de Cruz. Pidió no solo la valla que antes había negado sino que sumó el aglomerado para esta vía y para la de la anexa calle Xesteira. El no adscrito poco antes dijo a los vecinos que pedía disculpas por no apoyar este proyecto, reiterando que no se contaba con él para dialogar. Vilariño lo acusó de mentir y le espetó que sí había sido convocado a reuniones por las que nunca apareció. Crespo entregó copias de su moción a los residentes en esta rúa que acudieron al pleno, quienes le indicaron que llevaban siete años esperando por la obra.

Tras una lea dialéctica entre Cuiña y el PP, a quienes tildó de "trileros" el alcalde pidió un receso en el pleno. Vilariño, cuando vio que la moción popular para la rúa Dos Lirios podría salir adelante, planteó que por urgencia se presentasen, ya con gobierno y PP con diez ediles cada uno, todos los proyectos que antes había tumbado la oposición. El pleno, que se paró a las 13.45 horas, fue retomado tres cuartos de hora después. En el pacto se incluyó solo la valla para la calle Lirios, las obras en el auditorio y 14.900 euros para difusión turística. Fuera se quedó el parque infantil, avalado por más de 200 firmas de vecinos y los composteros.