Reparte ilusión cada día montada en su scooter, aunque hasta el sábado pasado, nunca había logrado regalar tanta alegría. La estradense Elisa Miranda tiene reconocida una movilidad reducida, trabaja desde hace varios años en la ONCE y la semana pasada vendió en Cuntis diez boletos que el fin de semana resultaron ser premiados con 1,68 millones de euros en el sorteo del "Sueldazo".

De entre todos los afortunados, hay uno que está especialmente de enhorabuena. Y es que un matrimonio joven, con hijos y con un negocio en la localidad logró acertar número y serie, por lo que se embolsará 1,5 millones de euros divididos en 300.000 al contado y 20.000 euros al mes durante los próximos 20 años.

Elisa se desplazó ayer a Cuntis. Era su día libre, aunque una alegría así le llevó a coger el coche y recorrer los menos de diez kilómetros que hay desde su casa en Santo André de Vea hasta la localidad cuntiense para celebrar con los vecinos la afortunada noticia. "Se me acercaron muchas personas dándome la enhorabuena", destaca Miranda. Además, aprovechando la ocasión, era el momento de comenzar a hacer algo de publicidad. Los tiempos no están para perder una ocasión como ésta. "No todos los días reparte una 1,68 millones. Hay que promocionarse", confiesa.

El fetiche del 8

Elisa aprovechó su visita a Cuntis para iniciar su particular campaña de marketing, pero también para ser una de las primeras personas en felicitar personalmente a los graciados con el millón y medio de euros. Miranda enfatiza que si las palabras de gratificación de los vecinos fueron abundantes, las de esta pareja, mucho más. "Me dieron las gracias. Están muy contentos pero los vi muy centrados. En principio no tienen pensado dejar el negocio que regentan", informa antes de recalcar que los nuevos millonarios "prefieren seguir en el anonimato".

La lotera explica que desde el momento en que se enteró de que su boleto había sido premiado, intuyó que esa familia podía haber sido una de las agraciadas porque le compran cada día un cupón terminado en 8 que ella misma les reserva. A veces, las premoniciones y el fetichismo sobre un número, tienen premio.

Respecto a los demás premiados, Elisa señala de que todavía no conoce su identidad: "A veces, la gente no sabe que su billete tiene premio hasta que vuelve a comprar otro y de paso pide que se lo compruebe". Por tanto, Miranda confía en que a lo largo de esta semana vayan apareciendo todas las personas agraciadas con los 20.000 euros al haber acertado el número afortunado.

Lo que la vendedora de la ONCE puede confirmar es que la mayoría de los premiados son de la zona, ya que ella suele vender lotería a gente de la localidad o de aldeas cercanas, aunque en ocasiones también vende a personas que están hospedadas en el balneario, por lo que no es descartable que algún premiado no resida en la comarca.

Un oficio familiar

Ésta es la primera vez que Elisa Miranda reparte un premio tan elevado. De hecho, hasta el pasado sábado, apenas contaba en su historial con cantidades destacables, más allá de un premio de 25.000 euros que entregó en Moraña. El municipio morañés fue su anterior lugar de trabajo. Allí y en localidades adyacentes como Barro o Caldas de Reis estuvo desde 2004 hasta 2013, cuando logró que la destinasen a Cuntis. "Cada vez me era más dificultoso entrar y salir del coche y en la zona de Moraña tenía que recorrer bastantes kilómetros. Logré obtener plaza en Cuntis, que es donde vivo y ahora estoy mucho más cómoda. Es todo más tranquilo", explica.

A sus 59 años, sabe que le quedan seis de trabajo en la ONCE y espera que el haber otorgado este premio suponga un empujón en sus ventas.Para ella y para su hijo José Manuel, al que le gustaría traspasar el oficio de vender cupones una vez se retire. Con hitos como el de su madre, la fama ya la tendrá hecha.