La violencia contra la mujer se ha convertido en un problema social que necesita ser abordado desde las edades más tempranas. Con el objetivo de concienciar sobre la materia, más de 130 alumnos de los institutos de A Estrada participaron en un taller sobre violencia de género impartido por Acrofam e impulsado por el Centro de Información á Muller (CIM) el curso pasado. Antes de clausurar las sesiones, los estudiantes tenían que cubrir un cuestionario anónimo en relación al taller. Hoy se conocen sus resultados.

Según informó la psicóloga del CIM, Margarita de la Calle, casi la mitad de los jóvenes que participaron en los talleres aseguraron conocer a víctimas de violencia de género. También apuntó que, "algunos de ellos", indicaron en el test haber sentido las consecuencias del maltrato. Entre las cuestiones más llamativas de los cuestionarios realizados, De la Calle explicó que "la grandísima mayoría" de los participantes es consciente de la existencia "de este tipo de comportamientos violentos".

"Por norma general, los alumnos suelen tener muy claro lo que no se debe consentir y, sin embargo, la teoría no suelen aplicarla a la práctica", declaró De la Calle. Sin embargo, los talleres de concienciación impulsados por las dos entidades locales parecen haber dado sus frutos. Según los cuestionarios, "el 99,9% de los asistentes consideraron que el taller fue muy interesante y necesario".

El CIM y Acrofam ya se han reunido con dos de los departamentos de orientación de los tres institutos locales en los que impartieron las sesiones el curso pasado. "Esperamos que se repitan los mismos cursos con la misma dinámica", apuntó De la Calle tras la reunión.

"Es importante recalcar que no es una intromisión en las aulas o en las familias, sino que estos talleres sirven para ayudar a prevenir conductas violentas", declaró la presidenta de Acrofam, Kim Llobet. También declaró que, durante los cursos, el objetivo era aportarle al alumnado "las herramientas y conocimientos necesarios para poder resolver este tipo de problemáticas".

Desde el colectivo local consideraron que es "muy importante" apostar por este tipo de formación en el aula, en la que se le dé al estudiantado la oportunidad de hablar. "Con estas actividades se demuestra que los jóvenes tienen mucho que decir", apuntó Llobet. La presidenta de la asociación estradense también subrayó que los estereotipos que se crean en torno a la juventud tienen que combatirse. "Somos los adultos los que estamos creando y formando a los jóvenes", sentenció.

La expectativa de repetir los talleres está en bandeja. Sus impulsores esperan que, en un futuro, solo sirvan para prevenir la violencia. Y que, aunque roce lo utópico, curar sus consecuencias ya no sea necesario.