Asumir la gestión del criadero de perdices de Mouriscade es un viejo anhelo de una parte de la Sociedad de Caza y Pesca de Lalín. De hecho, el asunto ya salió a relucir en alguna asamblea de socios y la actual directiva es partidaria de explorar esa posibilidad, y así se lo hicieron ver tanto al anterior gobierno del PP como al actual cuatripartito, a través de su alcalde. Su presidente, José Luis Gil, lo confirma: "Si, en principio, estamos interesados en la granja, puesto que nos permitiría criar nuestras propias perdices y no tener que comprarlas, como venimos haciendo", explica. Gozar de una producción propia supondría un ahorro para las arcas de la entidad. Claro que habrá que ver en que condiciones están las instalaciones y si resulta viable su rehabilitación o, si por el contrario, es muy costosa e inasumible.

En cualquier caso, desde la sociedad de caza existe una clara "voluntad" de intentar volver a poner en funcionamiento el centro, que incluso se podría abrir a otras entidades cinegéticas de la comarca. Desde luego, creen que alguna medida hay que adoptar, "antes de que se siga deteriorando, porque después no valdrá para nada", comenta Gil. La reactivación de la granja de perdices de Mouriscade supondría la creación de algún puesto de trabajo, si bien esta cuestión todavía estaría por cuantificar, igual que el coste del arreglo de las instalaciones para ponerlas a funcionar en las necesarias condiciones de salubridad e higiene.