El gobierno lalinense acusa a Comisións Obreiras de intentar "boicotear" el proceso para regularizar la situación de docenas de empleados públicos, "a los que el PP mantuvo durante años en una situación de temporalidad, precariedad e indefensión con el silencio cómplice de los responsables de esta central". El ejecutivo exige a CC OO que dé explicaciones claras de una vez de "cuáles fueron los oscuros motivos e intereses que los llevaron a mirar constantemente hacia otro lado".

Al cuatripartito le resultan "tristemente esclarecedor" que las críticas lleguen cuando "se están dando pasos firmes para buscar una solución" y no en la etapa del PP, "cuando se materializaron los contratos ahora en cuestión". "Lo único que quieren es defender a la desesperada sus antiguos privilegios, mantenidos a costa de situar en la cuerda floja a docenas de familias, y los intereses políticos de sus estrechos colaboradores del Partido Popular", opina el ejecutivo. En este sentido, respeta "la acérrima y bochornosa defensa" que este sindicato hace de "la temeraria política laboral del PP", pero también "comprende su lógica frustración por convertirse en una central residual e irrelevante en el Concello de Lalín tras años de mangoneo".

El gobierno insinúa "posibles limitaciones intelectuales, psico-sociales o afectivas" de José Luis García Pedrosa, al que expresa todo su apoyo "para que sea capaz de superarlas". Lo que sí le achaca son "evidentes carencias en el ámbito sindical a la hora de defender los derechos laborales", con riesgo para el mantenimiento de miles de puestos de trabajo en la provincia.