La Residencia de As Dores se apuntó para celebrar el Día del Alzhéimer con sus mayores. El geriátrico tiene 96 usuarios en total de los cuales 33 tienen algún tipo de demencia y 15 personas padecen alzhéimer. Realizaron lazos y un cartel y este fin de semana se suman a las fiestas de Lalín. Desde el sábado al martes, tendrán menú especial para los festejos además de que participarán en las actividades que hay durante todo el día. Para tratar con las personas que padecen alzhéimer necesitan tener cuidadoras especiales. Este es el caso de la auxiliar Isabel Fernández.

-¿Cómo es su día a día en la residencia?

-El día a día es levantar a los usuarios, ayudar a los que lo necesitan, servirles el desayuno. Durante la mañana los acompañamos a las actividades y los que quieren van a misa. Por norma general, los que padecen alzhéimer no asisten. Por la tarde hacemos los paseos terapéuticos y diferentes actividades. Por la noche los acostamos y así todos los días.

-¿Para las personas con alzhéimer tienen actividades específicas?

-Sí, ese tema lo lleva más la educadora social. Se realizan talleres de memoria, que es una actividad colectiva y después está la terapia individual con algunos de los pacientes.

-¿Le resulta difícil trabajar con los pacientes que padecen alzhéimer?

-No es difícil. Lo que hay que tener es mucha calma, nunca puedes ir con prisas y realizar gestos bruscos. Ellos tienen días buenos y días malos. Cuando están bien, es una maravilla, pero cuando están mal hay que tener paciencia y actuar con paciencia. Este trabajo es vocacional, si de verdad te gusta lo verás de una forma positiva, sino resulta muy complicado.

-¿Ayudan a las familias a tratar con ellos?

-Con las familias hablamos y tratamos de explicarle en que consiste la enfermedad y como deben de tratarlos, para que sepan manejar las situaciones. Algunas se lo toman con optimismo y otras lo toman muy mal.

-¿Les gusta recibir visitas?

-Pues depende del día. A lo mejor llega la familia y se quedan con ellos sin ningún problema, sin embargo, otras veces los tenemos que acompañar porque se quieren venir con nosotros, entonces estamos con ellos hasta que ya se quedan con los familiares sin ningún problema.

-¿Los pacientes sufren muchos cambios a lo largo de la enfermedad?

-En una misma persona, un día puede estar muy bien al siguiente no. Hay momentos puntuales, por lo que hay que tener presente tener mucho acto con ellos. No vale que le demos una indicación sin más, hay que saber manejar la situación para que haga lo que queremos sin que estén incómodos. Lo que hay que tener claro es que no se les puede llevar la contraria, sino que tienes que llevarlos a tu terreno. Ellos están en su mundo y no se puede quitar de él. Cuando se quieren marchar se les debe decir "en un momento nos vamos", porque al poco tiempo se les olvida a donde querían ir y lo que querían hacer. Si les llevas la contraria lo haces peor.