El fundador del Lagar de Ribela, Jesús Armenteros abogó ayer por aprovechar la cercanía de A Estrada y Santiago de Compostela para "vender" los múltiples atractivos del municipio estradense a los turistas de poder adquisitivo medio-alto que cada año visitan Compostela atraídos por Santiago Apóstol y la catedral. Asegura que se puede hacer porque él mismo lo ha hecho, por ejemplo, este verano. Su lagar recibió un buen número de visitantes americanos. Tiene "una clientela muy extendida" en EE UU y tras ver la catedral y a Santiago Apóstol, decidieron acercarse hasta Trabadela -lugar de la parroquia estradense de Ribela- para visitar el lagar en el que se produce la Sidra de Ribela. Unos ya conocían su producción. Otros no. Pero buscaban una sidrería porque en EEUU el consumo de sidra está creciendo el 400% al año. Y se acercaron hasta el Lagar de Ribela para disfrutar de su producto. Allí se encontraron con "turismo gastronómico, de naturaleza y de producto".

Desde su nacimiento, este lagar tiene un espacio reservado para recibir visitas y difundir los atractivos locales al igual que cuando actúa de "embajador" de A Estrada fuera. A quien visita su lagar le enseña su tierra, sus plantaciones y cómo se gestionan con "agricultura tradicional muy sostenible". Es el "bagaje de A Estrada rural", caracterizado por un "paisaje muy limpio y cuidado" así como por unos "ríos cuidados". Todo ello constituye la mejor garantía para un producto agroalimentario rico, de calidad. "Y la gente descubre el interior de A Estrada" con asombro. "Porque Galicia no es solo playa y Santiago", proclama Armenteros. "Tenemos mucho que decir", asegura, convencido.

Y él aprovecha cada momento para promocionar no solo su producto sino también otros atractivos del municipio. Siempre tiene en su establecimiento folletos informativos del Concello que indica qué merece la pena ver. Le habla a los visitantes de la Rapa, del Pazo de Oca, de las casas de turismo rural radicadas en el municipio y de la "buena gastronomía" de los restaurantes y las taperías de A Estrada. "Colaborando podemos llegar más lejos", defiende. Por eso, aboga por aunar esfuerzos y potenciar turísticamente la zona a la par que se promocionan los productos agroalimentarios locales. Plantea crear sinergias entre sidreros, productores agroalimentarios, casas de turismo rural y los entes encargados de gestionar los atractivos locales. La Feira da Sidra puede actuar como "un elemento de identidad que ayude al sector turístico" de modo que no solo se favorezca al sector sidrero sino también al turístico.

Y para ello es muy importante el marketing. Valora mucho la "ayuda" y predisposición del profesor e investigador de la Universidad de Vigo José Antonio Fraiz Brea, coordinador del curso universitario que se está impartiendo ayer y hoy en A Estrada para analizar el turismo basado en la cultura de la producción tradicional del vino, la cerveza y la sidra. El curso es heredero de un curso de turismo y sidra que ya se organizó tres años más, pero sin el nivel académico del que goza ahora gracias a Fraiz. "Es un privilegio tener a un estradense de este nivel", sentenció, antes de participar con Fraiz en una mesa redonda en la que también se dieron cita dos autoridades en la gestión del turismo y de la produccion tradicional del vino, la cerveza y la sidra: el catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de La Rioja, Agustín Ruiz Vega, que habló de enoturismo y Francisco Javier de la Ballina, ahora profesor titular de la Universidad de Oviedo pero en su día director de Turismo de Asturias e impulsor de la creación de las rutas que valorizaron turísticamente la producción artesanal de sidra en Asturias.

A los asistentes al curso Armenteros le explicó su experiencia: cómo "partiendo de cero se creó un lagar que vende una sidra "vinculada al suelo y al terreno". "Vendemos nuestra tierra, A Estrada", recalcó.