El gobierno de Lalín bajará el principal tributo directo de cara al próximo año. El ejecutivo presidido por Rafael Cuiña anunció ayer que se modificará la ordenanza del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para establecer a las propiedades urbanas un coeficiente del 0,4%, con lo que según las primeras estimaciones la medida supondrá una pérdida de ingresos cifrada en unos 450.000 euros. La decisión, ya prevista, de aminorar la presión fiscal se debe, en palabras del mandatario, a la voluntad del cuatripartito de que "las familias tengan más pulmón y recursos económicos". Se trata de la primera acción relevante en materia fiscal, una vez que en el año en curso el coeficiente se fijó en el 0,46%, cuando, tras la disposición estatal que permitía, no obligaba, a los Concellos a llevarlo hasta el 0,5, quedó anulada. Y entonces el tipo que correspondería era el 0,4%.

La bajada de impuestos tendrá consecuencias en las arcas municipales. Los representantes de los cuatro partidos que sustentan el gobierno local cifran en unos 450.000 euros la caída de ingresos, que no se verían compensados con las altas del proceso de regularización catastral que se está realizando a instancias del ministerio. Los ediles Nicolás González Casares y Francisco Vilariño recordaron que, si bien existe una estimación de lo que supondrán las altas en el padrón de cara al próximo año, no se puede consignar una partida exacta en las cuentas municipales de 2017.

"Otros en época de crisis subieron el IBI en Lalín y no me vale que digan que fue por culpa de Cristóbal Montoro, porque que yo sepa esta persona no es de Herri Batasuna, sino del PP. Son corresponsables de haber subido el IBI. Este gobierno sí baja impuestos para que las familias tengan más recursos", sentenció Cuiña.

Vilariño, edil que junto con Teresa Varela lleva la gestión municipal de Hacienda, destacó que esta "medida extraordinaria y de gran carga política y social" muestra el compromiso del ejecutivo local con sus ciudadanos. Tras aludir a que los valores de los bienes se habían disparado en los últimos años y que el anterior gobierno aplicó subidas a la contribución de hasta el 300%, destacó que ya este año con el IBI al 0,46 bajaron el 74% de los recibos. En relación al balance de ingresos de este año concretó que la contribución urbana dejará este año en las arcas locales 3.571.196 euros, que son ya casi 130.000 menos. El importe medio de los recibos pasó de 156 a 151 euros. Con la bajada tributaria anunciada para 2017, Vilariño estima que los ciudadanos ahorrarán de media un 13% en sus obligaciones tributarias. La previsión de recaudación con datos provisionales del padrón del IBI de urbana pasaría de los 3,44 millones del año en curso a 2,99 en 2017. El edil aseguró que el proceso de regularización catastral está finalizado en el rural, aunque no en el núcleo urbano. "De todas formas las altas que habrá no servirán para paliar el descenso de ingresos". Para este gobierno es clave la lucha contra el fraude y que nadie eluda sus compromisos tributarios, pues insiste en que es injusto que unos paguen y otros no. Teresa Varela, por su parte, dijo que esta rebaja de impuestos ya se planteó para este año, pero no fue posible por cuestiones técnicas de ajuste presupuestario.

En una comparecencia conjunta en la que también participó la portavoz de APAC, Lara Rodríguez Peña, el teniente de alcalde afirmó que la bajada de impuestos es posible por la amortización de deuda y recordó que a los 450.000 euros que se perderán de ingresar en 2017 hay que sumar otros 130.000 de este ejercicio. Como ejemplo de lo que supone esta disminución de la carga fiscal aplicada sobre la propiedad, Casares subrayó que una vivienda con un valor catastral de 50.000 euros que el año pasado pagaba de IBI 250 euros, en este ejercicio tributará 230 y en 2017 serán 200. "Estamos hablando de una bajada de impuestos del 20%", dijo.

Preguntados los representantes del ejecutivo local sobre la rebaja del llamado impuesto de plusvalías, Teresa Varela confirmó que para 2017 no se modificará la ordenanza y, por tanto, se seguirá cobrando este tributo potestativo. Una de las razones, quizá la principal, según la edil de Facenda, es que sería temerario para la recaudación bajar la contribución y las plusvalías a la vez. Hay que recordar que la reducción progresiva de este último tributo figura en el pacto de gobierno.