Las cenizas de Constantino González Penas, el fundador del Centro Etnográfico de Terra de Montes (Cetmo), ya reposan donde él quería: en Soutelo de Montes. Su viuda, Mila Ruibal, y sus tres hijos -Alfredo, Bruno y Blanca- depositaron sus cenizas en la tarde de ayer en el panteón familiar, en el que ya yacían los restos mortales de los padres, los abuelos y hermanos de Tino.

Familiares como sus sobrinos de Madrid, amigos, numerosos vecinos de Soutelo de Montes, integrantes de la Asociación Ecoloxista e Cultural de Terra de Montes Verbo Xido y hasta la alcaldesa de Forcarei, Belén Cachafeiro, quisieron arropar a la familia en tan duros momentos.

Fue un acto civil, íntimo y muy emotivo, marcado por un respetuoso silencio, solo roto por las palabras con las que el hijo de Tino evocó los recuerdos de toda una vida que ataban a Tino González a Soutelo. Desveló así el secreto de su amor a la localidad de la que era natural y en la que deja una profunda huella. En ella radicaría el Cetmo tras recopilar durante la década de los 90 -junto a su mujer y a sus hijos- numerosas piezas de interés etnográfico que hoy forman parte de una colección visitable que , para perpetuarse, necesita el apoyo institucional del que carece.

Pero el inmenso amor de Tino González a Soutelo había nacido mucho antes, durante su niñez. De ahí que hace ya algunos años -tal y como confesó su hijo ayer- manifestase que su última voluntad era que, cuando falleciese, incinerasen sus restos mortales y esparciesen sus cenizas en un campo denominado A Virta, en los montes de Soutelo. Era el paraje al que le tenía más apego porque era hasta allí hasta donde solía ir de niño, a caballo con su abuelo. Junto a este y al resto de sus familiares ya fallecidos, en el panteón familiar, le propondría años después su viuda depositar sus cenizas y Tino González lo consideraría acertado. De ahí que ayer la familia cumpliese allí su último deseo.

Terra de Montes llora a este filántropo, un soutelano de huella indeleble que previsiblemente será homenajeado por la Asociación Ecoloxista e Cultural de Terra de Montes Verbo Xido -de la que fue su primer presidente- en fechas próximas. De hecho, según desveló en la tarde de ayer el máximo responsable del colectivo, Valentín García Bóveda, aunque no sabe exactamente qué se hará en recuerdo de Tino González, lo que tiene claro el actual presidente del ente es que se le hará un homenaje. Y es que García Bóveda destacó que si a alguien se le debe el Cetmo es precisamente a Tino González y a dos de sus colaboradores y amigos más queridos, Lola Varela y Dionisio Pereira, que durante años compartieron con él esfuerzos y desvelos.