La Feira do Cocido de Lalín no logrará este año su distinción como Fiesta de Interés Turístico Internacional. La comisión encargada de evaluar la petición del Concello, del Ministerio de Industria y Turismo, ha desestimado la propuesta de la administración local porque no cumple con todos los requisitos exigidos para convertirse en el primera fiesta gastronómica española en lograr el reconocimiento internacional. La decisión de la Secretaría de Estado de Turismo trascendió hace unos días y por el momento se desconoce si el grupo de gobierno, que en este asunto fue de la mano con el Partido Popular, volverá a intentarlo más adelante. De todos modos, como ya se había propuesto tanto el anterior ejecutivo como el actual, que el Cocido fuese fiesta internacional un año antes de que cumpliese medio siglo de vida.
La administración local llevaba años trabajando para que su principal reclamo turístico recibiese del ministerio este premio, que sería una recompensa al trabajo realizado, sobre todo con José Crespo en la Alcaldía, por proyectar esta feria como el principal embajador del municipio. Ya el actual gobierno de Rafael Cuiña, que sí imprimió algunas señas de identidad propias a la fiesta, quiso conservar gran parte de la esencia de algo que es más que un día de comida y fiesta en la calle, pues el Cocido genera puestos de trabajo y es uno de las herramientas importantes de dinamización económica de Lalín. Por eso el Cocido fue apartado de las leas políticas y a mediados del mes de marzo Cuiña, Crespo y el concejal de Turismo, Francisco Vilariño, presentaron en la Xunta el expediente de distinción internacional. En una reunión con la directora de la Axencia Galega de Turismo, Nava Castro, los dos representantes del grupo de gobierno y el líder de la oposición reclamaron al ejecutivo autonómico su respaldo para que el ministerio sacase adelante esta vieja reivindicación. La colaboración de la Xunta en estos casos es clave en el informe que luego llega a Madrid. La internacionalización del Cocido incluso había sido apoyada por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo en 2014, cuando el denso expediente municipal comenzó a ultimarse. Después del acuerdo plenario el expediente fue elaborado en menos de un mes. En su redacción, el gobierno contó con la colaboración del anterior ejecutivo. Entonces se aseguró que la documentación cumplía sobradamente con las exigencias del ministerio, que ahora rechaza una catalogación que contribuiría a preservar e incluso lanzar más si cabe la promoción de esta fiesta gastronómica.
Entre otros requisitos para que una fiesta sea de interés turístico internacional debe haber tendido presencia en el extranjero. El Cocido, en los últimos años, viajó a Venezuela, Argentina, El Vaticano, dos ciudades de Alemania, Andorra o Portugal. Paralelamente estuvo en numerosas ciudades españolas y en las Islas Canarias.
Por ahora la Feira do Cocido conserva su distinción como Fiesta de Interés Turístico Nacional, que había logrado en 2010. Precisamente uno de los requisitos para dar el salto internacional es que transcurriesen cuatro años desde un mérito y otro. La confianza que había en que la gastronomía lalinense fuese la primera en ser reconocida con el marchamo internacional se desvanece al menos temporalmente con la decisión del ministerio.
