Lo acontecido en el pleno de esta semana, en el que PP y el edil no adscrito, Juan José Cruz, coincidieron en su voto para echar abajo algunas de las propuestas del gobierno, es para el ejecutivo que preside Rafael Cuiña una muestra de que entre ambos existe una afinidad que ya ni siembra dudas. Tanto el alcalde como los portavoces de PSOE (Nicolás González Casares), APAC (Lara Rodríguez Peña) y BNG (Francisco Vilariño) estiman que tanto en la sesión plenaria anterior como en la de este jueves, PP y Cruz acordaron votar en la misma dirección en temas claves con el mismo objetivo: dañar la imagen del gobierno y sin pensar en el interés general. Por eso, avisan a la oposición de que "no podrán secuestrar la voluntad ciudadana", que con su voto pidió un cambio en las pasadas elecciones municipales.

Los portavoces del cuatripartito comparecieron ayer juntos para demostrar unidad y desaprobar lo acontecido el jueves en el consistorio. "No se puede convertir un pleno en un circo de tres pistas", exclamó el regidor. Cuiña, que en la comparecencia conjunta cedió más protagonismo a sus socios de gobierno, insistió en hablar de "intento de golpe de Estado" y de la intención de "poner piedras en el camino al gobierno del cambio". Aunque podría esperarse que el ejecutivo rompiese cualquier tipo de negociación en el futuro, no será así, si bien quedó claro que el equipo tiene una hoja de ruta que está plasmada en el pacto de gobierno y no variará un ápice el modelo que se le pretende imprimir a la gestión municipal. Así las cosas, habrá diálogo y posibles acuerdos puntuales con el PP, pero no a cualquier precio. "Habrá que mirar por el interés general, pero nunca caprichos, porque aquí los cambalaches políticos se acabaron", dijo Vilariño. "Son capaces de cualquier cosa para volver al poder", dijo Cuiña sobre los populares, a quienes mantiene la puerta abierta a pactos ocasionales. A quien no sentarán en una mesa de negociación es a Cruz. Cuiña reprendió al PP por respaldar "a un tránsfuga" en mociones con informes municipales en contra o tumbar la declaración de la Fraga de Casas Vellas como Espazo Natural de Interese Local (ENIL). "Deberían explicarle a los vecinos por qué ahora no podremos construir un parque infantil, arreglar el auditorio, promocionar el turismo o arreglar una calle para evitar accidentes". "Aviso que este gobierno está unido, que no estaremos hasta 2019 sino más adelante y si puede ser con todos los que estamos en esta mesa. Vamos a seguir por la senda del cambio y ellos que voten lo que quieran".

Un tono más elevado en su intervención tuvo el teniente de alcalde. Casares, que en nombre del gobierno pidió la dimisión del "tránsfuga", coincidió en la necesidad de acordar temas con los populares, "pero nunca secuestrando la voluntad popular". Aludió también a la preocupación que tuvo el Partido Popular en el pleno de defender a Cruz no solo apoyando sus iniciativas, sino cuando exigió derechos que ya le corresponden por ley. En relación al voto contrario del no adscrito al ENIL de Casas Vellas, recordó que este edil firmó el pacto de gobierno que establece la protección de este bosque. "Ahora cambió de postura por intereses bastardos que no representan la voluntad popular. Sabe que este gobierno hizo el trabajo, que habló con los vecinos, pero es un descerebrado político que no sabe leer ni un decreto". Sobre este asunto, del PP dijo que regresa a su posición inicial cuando, siendo gobierno, votó en contra en marzo de 2014 contra el soterramiento de la línea eléctrica o una modificación del trazado.

Para Vilariño la sintonía entre PP y "el tránsfuga" en el pleno del jueves no es casual e incluso habla de "estrategia de pactos". También insiste en que la normalidad que algunos pretende darle no es tal y no lo será ni ahora, "ni en el futuro". Considera que este acercamiento "irresponsable" puede dañar la imagen del gobierno, pero sin duda los que sufren las consecuencias son los ciudadanos. "Este gobierno presume de diálogo, pero algunos no deben confundir esto con el chantaje o un reparto de tarta". Asimismo aduce que las iniciativas que fueron tumbadas al ejecutivo no tenían carga ideológica criticable. "Vamos a seguir gobernando y que sean otros los que expliquen a los ciudadanos el daño que les pueden hacer con sus pactos", apostilló. Entre los ejemplos de falta de criterio cita que PP y tránsfuga reclamen dinero para las bandas al tiempo que niegan obras en el auditorio municipal. Vilariño coincidió con el alcalde en que la estrategia pasa por aplazar inversiones, frenando su aprobación en pleno.

Peña, por su parte, entiende que la situación generada por la oposición es insostenible para la ciudadanía y cree que la aptitud de Cruz demuestra una falta de inteligencia, además de que un año y medio después sigue sin conocer el funcionamiento de la Administración. "Del tránsfuga se puede entender su incapacidad, pero que el PP también vote a favor de una moción de las bandas con un informe técnico en contra es increíble", dijo.