El presidente de la Xunta de Galicia en funciones y candidato del PPdeG a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, trasladó el martes en Compostela el compromiso de su partido con la conexión por autovía entre A Estrada y la capital gallega a través de la prolongación de la AG-59. Ello supondría revitalizar una infraestructura que arrastra ya cuatro años de parálisis, después de que en 2012 su avance quedase congelado como consecuencia de la difícil situación económica. El programa del PPdeG incorpora este compromiso, priorizando el tramo que cruza el río Ulla.

En el momento de culminar en Santiago una jornada en la que recorrió cuatro de las siete ciudades gallegas para analizar sus promesas electorales, Feijóo trasladó su intención de iniciar "por fases" y en función de la disponibilidad presupuestaria un proyecto que se reclama desde hace años en el municipio estradense.

Al ser preguntado ayer por esta cuestión, el alcalde, José López Campos reconoció que el programa electoral del PP prioriza entre sus apuestas en materia de infraestructuras que la autovía AG-59 cruce el río Ulla lo que supone, explicó, que este vial de alta capacidad continúe desde A Ramallosa hasta la gran rotonda en altura programada en O Rollo. Con ello se ejecutarían dos de las tres fases en las que en su momento se concibió dividida esta prolongación.

La primera vez que se habló de afrontar esta obra por tramos fue en julio de 2012, en el mismo momento en el que se reconoció públicamente que la Xunta no se encontraba en condiciones de emprender, tras terminar el estudio informativo y aprobar el trazado definitivo, el trámite expropiatorio.

La primera fase de las tres programadas tendría una longitud de 2,8 kilómetros y su recorrido conectaría A Ramallosa con el enlace con la AC-241. Hasta aquí la AG-59 todavía tendría pendiente atravesar el Ulla. De este modo, el mandatario estradense señaló que lo que la apuesta del PPdeG pasaría por llevar la autovía Santiago-A Estrada prácticamente hasta el inicio de la recta de Baloira, lo que supondría dejarla a escasa distancia del polígono industrial de Toedo y, en consonancia, a pocos kilómetros de la capital estradense.

López Campos calculó que propiciar que esta conexión cruce el Ulla supondrá una inversión de alrededor de 65 millones de euros, frente a los 100 en que en su momento se calculó el tramo A Ramallosa-A Estrada. Consideró el primer edil estradense una "buena noticia" que el PPdeG haya incorporado esta infraestructura en su programa electoral e hizo hincapié en que con la llegada hasta O Rollo de la AG-59 A Estrada dispondría de una ágil conexión con la capital gallega. El tercer y último tramo se encargaría, llegado el momento, de conectar esta infraestructura con la variante de la N-640.

El primero de los tramos programados tendría una longitud de 2,8 kilómetros, a los que sumarían los 4,7 del segundo. La conexión con la variante de A Estrada exigiría 3,5 kilómetros más de recorrido, hasta completar los 11 previstos en total para la traza.

Tras la paralización que experimentó el proyecto de prolongación de la AG-59 hasta A Estrada en 2012 -después de que en marzo de ese mismo año se publicase el proyecto de trazado para continuar la infraestructura desde A Ramallosa-, la actuación regresó en este 2016 al presupuesto de la Xunta de Galicia. Volvió a encajarse en el presupuesto autonómico con una consignación de 500.000 euros de la Axencia Galega de Infraestructuras. Sería la primera de una serie de anualidades: En 2017 figuran 4 millones de euros, otros 12 millones se reservan para 2018 y 8 más se invertirían en 2019 y los ejercicios siguientes.

"Por este orden: Plan Xeral, autovía y variante", citó José López Campos poco después de ser reelegido como alcalde de A Estrada en 2015. Aseguró que estos tres proyectos componen la tríada de retos para el "futuro sostenido" del municipio.