La Dirección General de Catastro tiene registradas, entre los inmuebles de distinto uso urbanístico, aquellos que pertenecen a alguna institución religiosa. En las comarcas la mayor parte de estos bienes pertenecen a la Iglesia Católica, que están exentos de tributación en virtud del un acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede firmado en 1979. La legislación actual también exime del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a las propiedades de otras organizaciones confesionales, si bien su presencia en Deza y Tabeirós es poco significativa.
Al margen de que estos inmuebles no estén sujetos al abono de la contribución municipal, Catastro realiza al menos cada año un registro de las propiedades de uso religioso en todos los municipios. Actualmente, con los datos de 2015 ya cerrados, en los nueve municipios de la zona constan un total de 384 bienes, 27 más que hace solo cinco años. Pero este aumento no se debe necesariamente a que se levantasen nuevas edificaciones, sino que comenzaron a catastrarse algunas que no figuraban oficialmente ante este organismo estatal. Así, por ejemplo en el período comprendido entre 2005 y 2015 en Lalín el censo de bienes pasó de 82 a 80; es decir, dos menos. Incluso con un censo de propiedades más corto, su valor catastral experimentó un aumento muy representativo, al pasar de los 1,6 millones a algo más de 3.
Silleda es el territorio en el que Catastro realizó más altas, una vez que las actuales 60 son 37 más que las habidas hace un lustro. En consecuencia el valor catastral total de estas propiedades religiosas aumentó, desde los 609.000 euros, hasta los 1,55 millones. En Vila de Cruces figuran 46 bienes, uno menos. La tasación alcanza ahora los 684.000 euros, frente a los 591.000 que tenía entonces. En Rodeiro el censo de inmuebles de la Iglesia también se vio reducido y se queda ahora con 19, cuando cinco años atrás había 23. El valor catastral de estas edificaciones se recortó de 254.000 euros a 222.000. En Agolada y Dozón no hay variaciones censales. En el primer caso Catastro tiene constancia de 35 propiedades, con una tasación de 479.000 euros, cuantía calcada a la que tenían cinco años atrás. Dozón conserva una docena de propiedades, pero su valor ha aumentado desde 148.000 euros hasta 182.000.
A Estrada, si bien este organismo tiene catastradas cinco construcciones menos, es el concello con más patrimonio religioso. Son 91 bienes que, sin embargo, su valor catastral en conjunto es mucho más bajo que los 80 que hay en Lalín. Su tasación suma 1.863.000 euros, tras una subida de casi 300.000 en un lustro. En Forcarei el registro sigue en 14 propiedades y su valor se mantiene en 345.000 euros. Y las 27 de Cerdedo su tasación aumenta de 160.000 a 193.000 euros.
En los últimos años la Iglesia Católica ha iniciado un proceso de altas de sus propiedades, no solo iglesias sino también fincas rústicas. Esta medida se tomó después de que el Estado abriese un plazo para que estos bienes constasen legalmente en el Registro de la Propiedad. En estos procesos siempre surgen problemas pues en casos no existe documentación que acredite quién es el titular de algunas propiedades. Un caso singular se dio en la iglesia de Pareizo (Lalín), en la que Catastro la habría registrado a nombre del Obispado de Lugo, cuando fue construida por los feligreses. Este templo, al no ser de una institución religiosa, sí estaría obligado ahora a pagar el IBI.
