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La incertidumbre de Cenicienta

El reloj del consistorio estradense sigue mudo y el de la iglesia recupera su sonido tras la última tormenta

El consistorio luce aun sin las esferas del reloj. El de la iglesia ya funciona tras unos días de silencio. // Bernabé/Wendy Carolina

Si hubiese vivido en A Estrada, Cenicienta lo tendría crudo. Tendría que danzar con su príncipe azul y sus zapatitos de cristal presa de la incertidumbre. A no ser que se pasase el baile preguntando la hora, la medianoche terminaría dejándola en plena pista vestida con su traje de faena y una calabaza esperándola en la puerta. Y es que este personaje de cuento habría tenido realmente difícil escuchar estos días en la capital estradense las famosas doce campanadas.

Como si de una secuela se tratase, la fuerte tormenta que el pasado mes de abril se cebó con la cúpula del consistorio de A Estrada pareció resurgir a finales de agosto, en esta ocasión en el templo parroquial de San Paio. Las dos descargas eléctricas guardan como denominador común diversos destrozos y el enmudecimiento de los dos relojes que anuncian el paso del tiempo a los estradenses. Sin embargo, a diferencia del Concello, el del templo recupera ya la voz tras unos días de obligado silencio.

El párroco José Antonio Ortigueira explicó ayer que la tormenta del pasado 25 de agosto dañó varios servicios en la iglesia de San Paio. La descarga afectó al sistema de megafonía, a las pantallas que permiten seguir la celebración litúrgica desde los lugares del templo que no tienen una visión directa y completa del altar, a la calefacción y al sistema eléctrico de la campana. Explicó que, a excepción de la calefacción, la demás incidencias se han ido solucionando estos días, algunas porque ya se han efectuado los arreglos oportunos y otras porque se han adoptado soluciones provisionales.

Ortigueira explicó que un técnico de la empresa de seguros estuvo ya revisando los desperfectos ocasionados por esta tormenta. En relación al reloj, apuntó que se encuentra vinculado al campanario electrónico y que, después de unos días sin sonido, este elemento ya pudo recuperar el "habla" para anunciar la hora a los estradenses.

En el caso del reloj del consistorio, su silencio es ya dilatado. Teniendo en cuenta que desde aquella tarde de tormenta han pasado ya casi cinco meses, semeja que el tiempo realmente se detuvo. Las dos esferas que salieron por los aires después de que la torre recibiese el impacto del rayo todavía continúan sin reponer. Aunque el mecanismo está "vivo" en el interior de la torre, sigue sin hacerse escuchar desde su elevada posición. El carácter mecánico de este histórico reloj le salvó la vida. El rayo cayó sobre la torre al filo de las 20.00 horas de aquel 10 de abril. Aunque las agujas llegaron a la Praza da Constitución y las esferas de cristal se hicieron añicos, el tiempo se detuvo 20 minutos antes de la ocho, pero de la mañana siguiente. Esto quiere decir que, pese a la sacudida, el reloj continuó impasible, aprovechando la cuerda que todavía tenía hasta varias horas después.

Aunque el reloj salió indemne, no así la instalación eléctrica que permite que A Estrada pueda escuchar su voz. Esta quedó calcinada, y con ella la posibilidad de alimentar el amplificador que hace que desde lo alto de esta torre los estradenses puedan escuchar las 17 notas musicales que componen la melodía que emite el carillón tres veces al día: a las 08.00, las 12.00 y las 20.00 horas. El arreglo del sistema eléctrico es también preciso para evitar estar teniendo que darle cuerda a la maquinaria.

El asunto estuvo sobre la mesa en el último pleno. Los presupuestos ya están solicitados y se busca encaje presupuestario para hacer frente a los gastos. Mientras, si quiere que la medianoche no la pille desprevenida, Cenicienta tendrá que bailar cerca de la iglesia o pedirle a su hada madrina un reloj de pulsera.

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