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Plan urbanístico

Los vecinos de la calle Marín se movilizan al sentirse engañados por la empresa Bogaris

-La firma que prepara el desarrollo de la Avenida de Pontevedra les prometió en marzo respetar sus propiedades -Hace días les comunicó que llegará a pocos metros de sus casas y que obligará a destruir una nave industrial

El plan de desarrollo llegará a diez metros de las casas de la calle Marín. // Bernabé/Wendy Carolina

Los vecinos de la calle Marín de A Estrada han decidido movilizarse después de las últimas información que han recibido en torno al desarrollo urbanístico privado que llevará a cabo la empresa Bogaris entre la Avenida de Pontevedra y la Avenida de Vigo que permitirá la apertura en la villa de un Mercadona. Estos propietarios, que poseen en torno al 22% de los terrenos sobre los que se asentará esta nueva urbanización, se reunirán mañana con el alcalde de A Estrada, José López Campos, para analizar lo consideran un incumplimiento de lo que en su día les prometió el propio regidor municipal y la empresa encargada de llevar a cabo este proyecto.

El problema afecta a un total de diez viviendas familiares y a una nave industrial de construcción. Según explican los vecinos, el pasado mes de marzo, mantuvieron una reunión con López Campos y un representante de Bogaris para conocer las intenciones de la empresa en cuanto a sus propiedades. El proyecto contemplaba expropiar y ocupar las fincas cerradas que tienen tras sus viviendas, en muchos casos acondicionadas con galpones para animales o mobiliario, además de con árboles y plantas. Desde Bogaris, que posee ya cerca del 80% de los terrenos que necesita para esta urbanización gracias a la colaboración de los tres vecinos que acumulan la mayor parte de los terrenos, les prometieron sin embargo que no haría falta tener que destruir sus cierres y ocupar sus fincas, ya que el proyecto tenía una movilidad suficiente para desplazarlo los metros necesarios.

De esta manera, Bogaris tranquilizó a los vecinos anunciándoles que, de los cerca de treinta metros que tienen de finca cerrada, solo llegarían a ocupar uno o dos metros como mucho. Los propietarios recibieron con alivio esta noticia e incluso se comprometieron a realizar nuevos cierres a sus fincas, más "bonitos", para que la urbanización de la zona luciese mejor.

De esta manera, los vecinos de la calle Marín quedaron tranquilizados mientras el desarrollo urbanístico de la zona continuaba con su tramitación. Las alarmas sin embargo saltaron en los últimos días después que Bogaris iniciase las mediciones sobre el terreno. Los afectados hablaron en ese momento con los responsables, quienes les comunicaron que no tenía constancia de ese acuerdo y que el plan seguía adelante como estaba previsto inicialmente.

De esta manera, la urbanización de la zona se está planificando con una ocupación de gran parte de las fincas de los vecinos de la calle Marín, llegando a cerca de diez metros sobre sus puertas traseras. Según explicaron, se ven afectadas cerca de diez viviendas unifamiliares, todas ellas con cerca de 40 años de antigüedad. Uno de los casos más graves es sin embargo el de una nave industrial, que tendrá que ser derribada en gran parte. Según sus estimaciones, perderá más de 500 metros cuadrados, por lo que no podrá seguir usándose para guardar camiones y maquinaria de construcción.

En este punto, los vecinos se sienten engañados por Bogaris y también por el gobierno estradense, a cuyo alcalde pedirán explicaciones mañana. Consideran además que la empresa no actuó de la manera más inteligente, ya que era posible un entendimiento fácil por el que todos podían terminar contentos con el resultado.

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