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"En España puede llegar un momento en que nos pasemos de rosca y el futuro de la juventud se ve difícil"

-¿La feria del doce de Agolada cambió mucho?

-Sí y está muriendo, si se comparaba con antes, en dónde se veían las vaquiñas. Nosotros teníamos además una tienda, que se encargaba mi esposa y le ayudaba mi hija, en la que se vendía de todo y se servían vinos, y por las ferias se llenaba. La sala de fiestas también se llenaba, ya digo menos mal que no tenemos ahora la tienda si no no se vendería nada.

-Venían gente de diferentes zonas, ¿verdad?

-Sí, andando de Brántega, de Brocos... y nosotros íbamos a la de Brántega, por unas corredoiras.

-Debido a los malos caminos, en el trayecto de las fiestas cambiaban los zapatos.

-Siempre, y me acuerdo, que hiciéramos unos zapatos para mí, pero me quedaron muy apretados y los llevé a una fiesta a Camba y cuando se terminó la romería, a las dos de la mañana, ya los saqué de camino, no los aguantaba más (Risas) y vine descalzo.

-¿Qué recuerdos tiene de Os Pendellos en sus orígenes?

-Estaba la capilla en dónde había misa, la de As Virtudes, que era la única que había, pero era muy pequeña. Los recuerdo todos muy bien.

-¿Qué opina de la rehabilitación de estas construcciones?

-Fue una cosa muy buena que se hizo y yo acostumbro a pasear por allí.

-¿Fue el único zapatero de su familia?

-Sí, mis padres se dedicaron a ser labriegos. Y tenía un hermano y dos hermanas que ellas emigraron a Argentina cuando tenían alrededor de 20 años, en el año 50, que una todavía vive.

-¿Regresaron a Galicia?

-La mayor, que ya falleció, vino varias veces pero la otra nunca más regresó. Estuve con ella cuando viajé yo en el 91 al entierro de mi hermana y estuve tres meses allí.

-¿Qué tal allí?

-A mí aquello no me gustó, ya que no tiene dirección, algo que puede pasar en España, tal y como está ahora la política aquí. Argentina era riquísima. Cuando ellas se marcharon aquí era una miseria, ellas pedían allá un kilo de carne y le daban tres, y aquí no había ni una costilleta ni nada. Y pasó de un extremo a otro y aquí puede llegar el momento de pasarnos de rosca y el futuro de la juventud se ve complicado.

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