El cambio de la cerradura de la iglesia parroquial de San Martín de Prado ha creado controversia entre vecinos del lugar, puesto que varias vecinas han mostrado su descontento porque tras este cambio no tienen las llaves de entrada al santuario, al que aseguran que acostumbraban acondicionar. Asimismo, las vecinas aluden a que no saben a que es debido este canje pero sostienen que desde hace un mes no pueden acceder a la iglesia para realizar las labores de mantenimiento que con anterioridad acostumbraban a hacer.
Por su parte, Marcos Torres, párroco encargado del santuario, muestra su sorpresa tras conocer tales quejas vecinales, puesto que asegura que "ninguna persona se puso en contacto conmigo para informarme de los problemas que dicen existir", además declara que "el cambio de la cerradura de la iglesia parroquial hecho hace unas semanas estuvo motivado, única y exclusivamente, por el desgaste de la anterior".
De hecho, este desgaste en la anterior cerradura del santuario fue debido, según el sacristán de la parroquia, a que proliferaban entre los vecinos copias inexactas de la llave original que acabó forzando el cierre de la iglesia, que finalmente se atascó. En este sentido el sacristán de la parroquia, Antonio Costa, explicó que "nadie prohibió nada, siempre tuve las llaves y siempre las dejé", además sostiene que con el párroco se había acordado de que "solo iba a haber dos llaves, una para la parroquia y otra para el sacerdote, como así se está haciendo". Por su parte el sacristán tiene pensado celebrar una reunión con los vecinos para aclarar lo sucedido.
