Los parques infantiles del casco urbano de Lalín no presentan grandes deficiencias ni en los propios recintos ni en los elementos de juego, puesto que todos ellos se encuentran en un buen estado de conservación. No obstante, sí que se detectan varios problemas que pueden ser perjudiciales para los más pequeños. En varios de estos espacios lúdicos, se puede encontrar, principalmente, restos del botellón y de basura, entre los que hay hasta cristales rotos, y excrementos de perro. Este último problema está entre las quejas que más se han presentado, sobre todo en la época estival, algo que desde la administración local quisieron paliar lo más pronto posible, por esa misma razón el ejecutivo puso en marcha una ordenanza municipal de medio ambiente que sanciona el uso inadecuado de los parques al llevar perros sueltos o al no recoger sus deposiciones. El teniente de alcalde, Nicolás González Casares, aseguró que ya se han puesto las primeras sanciones, pero como no soluciona el problema, la administración local quiere poner en marcha la creación de un parque especializado para perros, pero que les está resultando complicado encontrar un lugar "idóneo" para ubicarlo.
Además, Casares asegura que "se está realizando un trabajo exhaustivo, sobre todo en estas época del año, en el mantenimiento de estos lugares" y sostiene que "más que quejas sobre algún tipo de problema o deterioro lo que sí que sabemos es que hay demanda". Una demanda que el ejecutivo tiene pensado paliar, puesto que "el objetivo de este gobierno es conseguir que, dentro del casco urbano, todos los niños tengan un parque a menos de 250 metros de distancia", asegura el edil socialista. De esta manera, Casares recuerda que en el próximo mes comenzarán las obras del espacio de juegos infantiles en la superficie del parking Aldea Grande, que tiene un presupuesto de 78.000 euros, dotación económica correspondiente a una transferencia realizada desde la Diputación provincial con cargo al Plan Concellos del presente año. Esta zona intentará ofrecer un espacio de actividades para un rango de edad mayor de 8 años, con aparatos como la tirolina. Junto a este, el ejecutivo también tenía pensado investir cerca de 22.000 euros en la creación de un parque infantil en el entorno del centro comercial, iniciativa que fue echada a bajo después de que, tanto PP como el concejal del grupo de no adscritos, Juan José Cruz, votaran en contra del paquete de obras al que pertenecía. Además de este Casares también echa en falta uno en la zona de Carragoso.