Hasta el 28 de septiembre la ciudadanía podrá hacer alegaciones al borrador de la revisión del primer Plan Forestal de Galicia (PFG), promovido por la Consellería do Medio Rural de la Xunta de Galicia.

"El anuncio, pese a su difusión en la web institucional, se puede decir que pasa desapercibido entre una población sumida en el verano, en las vacaciones, en las fiestas, en las playas, en los incendios forestales...", señala Ismael López, presidente de la Asociación Autonómica e Ambiental Petón do Lobo. El colectivo apunta que es necesario mantener la biodiversidad y multifuncionalidad de los bosques, hecho que no se cumpliría en el Plan Forestal de Galicia, ya que aquí se apuesta por los monocultivos de eucaliptales y pinares. "Casi el 60% de las frondosas puras son eucaliptales y el 40% restantes son bosques de robles y otras frondosas autóctonas, por lo que estas últimas ocupan menos de la tercera parte de las masas forestales arboladas de Galicia", recalca López.

Otras de las realidades que señala la asociación es la deforestación de las tierras de monte para pasarlas a terrenos agrícolas, fruto de la actual política agraria europea, que prima las hectáreas agrícolas como condicionante para la percepción de subvenciones con cargo a los fondos comunitarios por parte de los ganaderos. El colectivo pone por ejemplo diversos cambios de uso de forestal a agrícola como uno llevado a cabo en la parroquia agoladense de Ramil, otro en la lalinense de A Xesta y otro en Sanguiñedo (Dozón). Asimismo, López añade que los fuegos que arrasan Galicia contribuyen también a la deforestación de los montes, así como las actuaciones urbanísticas de las Administraciones locales.

"El cambio climático y los bosques están íntimamente unidos, por lo que el papel de los bosques primitivos y su correcta gestión es fundamental para afrontar el cambio climático", destaca el presidente. Añade que los combustibles fósiles liberan diógeno de carbono al quemarse e incrementan la presencia de este gas en la atmósfera, que a su vez, contribuye al calentamiento del planeta y al cambio climático, por lo que los árboles ayudan a reducir estas modificaciones al absorber este gas. Asimismo, la madera que se obtiene también funciona como suministro de carbono y su uso como combustible, en lugar de petróleo, carbón y gas natural, puede reducir el cambio climático. La subida de las temperaturas agrava la producción de incendios forestales, por lo que en algunas regiones la sequía es la causa claramente de la frecuencia de fuegos. Por lo tanto, el cambio climático y el calentamiento del planeta podrán modificar el paisaje forestal a nivel mundial.

Petón do Lobo apunta que "entre las medidas del PFG deberían estar el freno a los monocultivos forestales y delimitación espacial de las zonas de cultivo, impediendo su extensión y proliferación indiscriminada en el territorio gallego; limitar en el tiempo los monocultivos forestales para evitar la degradación de los suelos y apostar por la forestación y reforestación continuada de los montes". Asimismo, destaca el papel relevante del Catálogo das Paisaxes e das Directrices da Paisaxe a la hora de determinar y apostar por áreas que deben ser cubiertas, conservadas y protegidas por especies autóctonas que es algo fundamental.