Los cuatro guías del GCR que anunciaron su marcha tras la de Manuel González Chedas y José López Louro, detallaron ayer en un comunicado sus motivos. . "No fue fácil pero era algo que veníamos barajando desde hace un tiempo por la situación insostenible que estábamos arrastrando", reconocen.

"Puede expresarse de un modo más o menos impulsivo, en un contexto más o menos visceral, pero la realidad es esta guste o no; la falta de interés y apoyo mermó nuestras capacidades hasta influir en el terreno personal y esa es una línea que nadie quiere traspasar", señalan.

Defienden estos profesionales que los guías de la unidad pusieron "toda la carne en el asador" hasta garantizar, aun siendo voluntarios, "un servicio serio y de calidad al ciudadano en los centenares de búsquedas en las que llevamos participando". "Esa fue siempre nuestra máxima porque la profesionalidad no la otorga un sueldo sino un modo de hacer las cosas", apostillan.

Ahondando en la falta de apoyo, señalan la inexistencia de una pista de entrenamiento que consideran esencial. "Pista que llevamos mendigando más de dos años y que hace año y medio se nos prometió mediáticamente con presencia de autoridades incluida y que no se materializó", dicen, para añadir que pocos meses después el mismo GCR organizó en A Estrada una prueba internacional de la IRO sin presencia institucional alguna.

Otro tema discordante es la furgoneta destinada a la agrupación. "Fue presentada sin nuestra presencia hace un año, con la promesa de equiparla para la unidad canina y está ahí para ver que sigue igual que vino de fábrica". "Sin mencionar que en contrapartida de esta supuesta inversión que el Concello haría dentro del vehículo en beneficio del GCR se le regaló una furgoneta propiedad de la agrupación de voluntarios, que pasó a formar parte de la flota de obras, cuestión fácilmente demostrable también", explican.

En cuanto a los campeonatos del mundo, apuntan que se informó de que existían empresas dispuestas a prestar su apoyo económico al GCR "pero el Concello prometió sufragar los gastos, cuestión que finalmente no se materializó y hubo que justificarlos -muy lejos de los 5.000 euros argumentados- dentro de la subvención de la agrupación para poder devolvérselos a los guías que los adelantaron, y así dos años consecutivos".

Recalcan que el convenio existente implica que el concello facilite a los guías horas para actividades del GCR como hecho altruista que revierte en la sociedad, "pero se incumple en numerosas ocasiones de forma injustificada y siempre con el mismo guía".

A estas razones suman estos guías "otras tantas que no se pueden demostrar con tanta facilidad", como "problemas de comunicación, suministro de vestuario, retardo en los pagos a proveedores, desconocimiento de la composición de la nueva directiva, mala coordinación de actividades solicitadas...". "Nos llevaron a la situación actual, en la que no queremos nombrar responsables; cada uno que reflexione sobre los hechos y asuma su culpa", sostienen.