El Concello de Lalín contactará con el Ministerio de Fomento para exigirle que mantenga en buen estado de conservación las escombreras del Tren de Alta Velocidad (TAV) que posee en el término municipal. La comunicación por carta será enviada en los próximos días al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), con la que el ejecutivo local desea que este organismo dependiente de Fomento tome en consideración un problema que se puso de manifiesto de nuevo anteayer con el incendio originado en terrenos de la escombrera de Vilanova.
El teniente de alcalde y responsable municipal de Urbanismo, Nicolás González Casares, admite que no es tolerable que el Adif haga caso omiso a las advertencias del grupo de gobierno. Estas quejas no solo tienen que ver con que las escombreras estén abandonadas y en ellas prolifere la maleza, sino que el crecimiento de vegetación si ningún tipo de control es preocupante en caso de incendio. Casares recuerda que el Concello tiene en vigor una ordenanza medioambiental que fija las condiciones en las que deben estar los espacios privados y, en consecuencia, las escombreras pertenecen a una institución que, aunque es pública, también está obligada a atenderla. "Hay unas normas y una ordenanza, que habrá que cumplir como cualquier vecino", apostilla el edil de Urbanismo.
Este nuevo paso llega solo unos días después de que Casares, entonces alcalde en funciones, conminase al Adif a actuar con mayor responsabilidad en el cumplimiento de sus obligaciones en
cuanto a la conservación y mantenimiento de sus propiedades en la cabecera comarcal dezana, puesto
que estas parcelas se encuentran en tan mal estado que presentan un alto riesgo de incendio. Pedía que mantuviese el control sobre sus predios y que procediese, con carácter urgente, a su limpieza, ya que hasta la fecha dicha entidad no realizó un mantenimiento adecuado en las numerosas parcelas que posee en el municipio. En total son una decena de escombreras las que tiene Fomento en Lalín, que suman algo más de un millón de metros cuadrados.
Castriño de Bendoiro
Por otra parte, González Casares subraya que el Adif debería ser más respetuoso con sus propios bienes y, como en el caso del Castriño de Bendoiro, realizar una limpieza del mismo "una vez al año o cada dos". Dice que en una reciente ruta por la zona tuvo que desbrozarse maleza, que invade este terreno y oculta hasta los paneles informativos.
