En la parroquia lalinense de Castro de Cabras se comenzó ayer con la recogida de maíz de forma anticipada y como consecuencia de un ataque masivo de una plaga conocida como rosquilla, que es un gusano que, sobre todo, corta las raíces de este cereal lo que provoca su caída y escamado.

Unos de los vecinos más perjudicados de esa zona es José Manuel Fernández que tiene 14 hectáreas afectadas, sufriendo graves daños sobre todo, en cuatro de ellas, lo que le obliga a ensilarlo para poder salvar parte de la cosecha.

Unións Agrarias considera que la larga sequía que está damnificando al campo dezano es una de las consecuencias de que estas epidemias proliferen, ya que hay más zonas afectadas. Unións Agrarias tacha esto de "muy mal noticia porque el maíz si no llueve pronto puede llegar a perderse en su gran mayoría". Los agricultores de Castro de Cabras afirman que nunca había padecido una situación así.. "Estamos ya ensilando, pero es un silo con pocos nutrientes, sí muy digestivo, pero es peor que el de hierba y los gastos son mayores", resalta el propietario de las fincas.