En los últimos cuatro ejercicios, siete de los nueve ayuntamientos de la zona han logrado ajustarse el cinturón y reducir su deuda con entidades financieras, proveedores y asociaciones, lo que redunda en la deuda per cápita, es decir, el pasivo total de cada municipio dividido entre su número de habitantes. En tres casos, Dozón, Silleda y Agolada, hubo que someterse además a un severo plan de ajuste en el que, a cambio de que el Estado saldase sus pasivos con proveedores, se recortaron gastos en personal e inversiones para poder ceñirse al presupuesto.
Pese a este plan de ajuste, Dozón es uno de los municipios que ha subido su deuda per cápita. Este concello cerró 2012 con un pasivo de 140 euros por habitante, pero al año siguiente la cifra subió a 150. En 2013 consiguió cierto descenso, al lograr que el déficit fuera de 145 euros por vecino, pero en 2015 vuelve a subir a los 149. Su deuda total, el año pasado, es de 175.000 euros. Eso sí, llegó a estar en 187.000.
El otro ayuntamiento en el que sube la deuda es Lalín. La capital dezana tenía en 2012 una deuda per cápita de 196 euros, pero al año siguiente se disparó a los 406 debido a la compra del multiusos Lalín Arena. El PP, entonces en el poder, hizo realidad sus previsiones y en 2014 la rebajó un tercio, quedando en 280 euros. Ahora está en 213, de modo que la deuda total de Lalín es de 4,2 millones, bastante alejada de los 8,1 que se constataron con dicha compra.
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Pese a la adquisición del Lalín Arena, Lalín no está entre los concellos con la deuda per cápita más alta de la comarca. Esos puestos le corresponden a Silleda y Agolada, que debido a sus elevadas cifras se cuelan además entre los municipios de 1.000 a 10.000 habitantes de la provincia con el pasivo más elevado. Agolada, que figura en el segundo puesto de esta lista, tiene una deuda per cápita de 439 euros. Eso sí, gracias al mencionado plan de ajuste pudo reducirla año a año desde 2012, cuando marcaba 554 euros. Su deuda total es de 1,1 millones de euros, 400.000 menos de los que tenía hace cuatro años. Silleda, por su parte, ocupa el cuarto lugar en el ranking de los déficits más altos, con una deuda de 336 euros por vecino. Igual que en el caso de Agolada, ha podido rebajarla ejercicio tras ejercicio, de modo que en 2012 tenía 399 euros, al año siguiente, 376, y en 2014, 351. Cerró el ejercicio de 2015 con una deuda total de 2,9 millones. En este ranking de los cinco municipios de la provincia con los números rojos más elevados -recordemos, de entre 1.000 y 10.000 habitantes- lidera la lista Catoira, con una deuda per cápita de 1.370 euros. Agolada está secundada por Salvaterra, con 424 euros, y cierra el lista Barro, con 312. Lalín y A Estrada no están entre los municipios de más de 20.000 habitantes con la deuda per cápita más alta.
En cuanto a Vila de Cruces, es el único concello de la zona cuyo débito por cabeza baja de los 100 euros. Es más, ha conseguido, en cuatro ejercicios, rebajarlo a la mitad, pues si en 2012 la deuda per capita era de 104 euros, ahora se sitúa en los 42. La deuda que mantiene Cruces es de 234.000 euros, poco menos de la tercera parte de los 631.000 que tenía en 2012. Cierra Deza el municipio de Rodeiro, con cero euros de deuda total.
En cuanto a Tabeirós-Terra de Montes. el valor más alto es el de Cerdedo, con 199 euros, que sube respecto a los 181 euros de 2014 pero que es un poco más baja que los 205 que tenía en 2012. Su pasivo total es de 363.000 euros. La capital comarcal, A Estrada, muestra una tendencia distinta. Pasa de 142 euros a 117, pero en 2014 la deuda per cápita vuelve a subir, a los 128 euros, y en 2015 se reduce de forma muy sutil para quedarse en los 125. Así, su deuda total es de 2,6 millones de euros, por detrás de la de Lalín y de la de Silleda, a pesar de tener 2,3 veces más población que ésta.
Por último, Forcarei cierra 2015 sin deuda financiera, repitiendo el escenario de 2014. Su evolución ha sido muy notable, porque en 2012 tenía una deuda per cápita de 198 euros (la total era de 774.000), y en 2013 ya pasó a los 68 (261.000).
