Para el artista estradense Manuel González Vigo pintar es su vida, la niña de sus ojos. Le gusta jugar con los trazos y con el cromatismo. Así se aprecia en la exposición pictórica que ofrece desde el lunes hasta el 22 de agosto en la Sala Abanca de A Estrada, en horario de 11.00 a 13.00 y de 17.00 a 21.00 horas. Ayer, en su muestra recibió una visita muy especial: la de su madre, Salomé. A ella le mostró el medio centenar de cuadros que conforman la colección y que muestran otras tantas miradas que González lanzó al mundo.

Son creaciones de pintura figurativa y frecuentemente escenas costumbristas en algunas de las cuales, no obstante, emerge algún elemento abstracto.

Hay varios de vacas. Es uno de los animales que le gusta retratar. Así sucede en la creación pictórica que se ve tras González Vigo y su madre, en la imagen que ilustra este reportaje. Se trata de una recreación del artista de una fotografía que enamoró al artista cuando la vio en la delegación estradense de FARO: un gallego leyendo FARO DE VIGO mientras que cuidaba una vaca en una magistral composición artística que evidencia que hasta al animal le interesa el periódico.

La exposición de González Vigo está marcada por los contrastes. Hay cuadros en blanco y negro, otros de colores lúgubres y otros muy coloristas. Marineros con pescado, labradores en el campo, lecheras, barcas, calles como la Rúa do Villar de Santiago, gaiteiros y hasta un cerdo frente al chorizo y los grelos que le gustaría exponer en Lalín conforman una muestra de óleos y técnica mixta que no deja de sorprender y que incita a volver a mirarla una y otra vez.