El Concello de Vila de Cruces interpuso una denuncia en el Cuartel de la Guardia Civil por la incursión de maquinaria en el campo de fútbol de O Camballón, días atrás, sin previo aviso a la administración local, quien tiene que dar permiso de acceso. Estas máquinas se encargaron de cepillar el campo y de retirar tanto la fibra como el caucho e impurezas. El resultado es que ahora quedan zonas con arena a la vista, en plena pretemporada y a un mes escaso de que arranque la temporada, sin visos, además, de que se licite la reposición del césped. Esta obra corresponde a la Diputación y supone un montante de 208.166 euros, según el convenio que en su momento firmó el anterior presidente de la administración provincial, Rafael Louzán, con el alcalde Jesús Otero.

Desde la Diputación se niegan avances en un proceso de licitación que dio sus primeros pasos hace más de medio año, en enero. Las últimas declaraciones de fuentes provinciales hacen referencia a que el césped tiene 10 años, pero que a los 8 ya presentaba cierto mal estado debido a que las labores de mantenimiento no fueron las correctas, una cuestión que niegan tanto el alcalde como el edil de Deportes, Diego Pallares, que recuerda que el concello se encargó tanto de regar el césped como de comprar caucho. Tras la incursión de esa maquinaria que nadie parece haber mandado llamar -la Diputación niega que se diesen órdenes para estas labores de mantenimiento- Diego Pallares asegura que ahora la incertidumbre es mayor, "porque hace 15 días el alcalde habló con el gabinete de Presidencia y le dijeron que se licitaría la semana próxima", y esto no se produjo. El concejal urge a la administración provincial que se pronuncie en uno u otro sentido, "porque si no va a hacer nada en el campo en el plazo de dos años, intentaremos nosotros hacer algo", pero teme que el concello, por ejemplo, compre caucho y meses más tarde se acometa el arreglo integral del campo.

En este campo entrenan una quincena de equipos, entre los que figura la SD Piloño. Su presidente, Jorge Conde, teme que tengan que llegar al extremo de entrenar en campos de otros municipios, a altas horas de la noche. Pero es que además puede darse la circunstancia de que "a la hora de celebrar un partido, el árbitro decida suspenderlo porque el campo no reúne las condiciones de seguridad". Recuerda que la temporada arranca el 4 de septiembre y que las obras de reforma durarían 30 días. Ya no queda tiempo.