La música se apodera de nuevo de Agolada. Desde ayer Os Pendellos cambian su origen como escenario de las ferias tradicionales y se convierten en aulas para acoger las clases del XI Merza Percusión. El sonido de los instrumentos se deja notar tanto en el entorno de estos inmuebles singulares, como desde la propia Praza do Concello. La iniciativa, organizada por Odaiko, se consolida cada año con una importante participación, tanto de alumnos como de profesores, y además, el programa incluye diversos conciertos.

La agrupación organizadora, Odaiko, fue la encargada de inaugurar el pasado domingo este nueva edición con un concierto por la noche que también sirvió para dar la bienvenida a los participantes. Son alrededor de 70 los alumnos que durante tres días aprenderán en un curso intensivo de percusión en un entorno emblemático, como son Os Pendellos. "La mayoría son de Galicia, pero también hay de Portugal, Asturias y Burgos y hay niños de 8 años hasta jóvenes de algo más de veinte", señala uno de los miembros de la organización.

Las clases, divididas en cinco grupos según la edad y el nivel de cada uno, cuentan con 13 profesores de renombre: Andreas Buehler, Cristian Heiny, David Paesrsch (Playmobeat), Carlos Castro (Conservatorio Superior de Vigo) Simon Klavzar, Joze Bogolin (Drumatica), Andrés Rivero (Trópico de Grelos), Luis Tabuenca (Improvisación), Lar Legido (Diseñador de Sueños), Vicent Zaragoza (Orquesta Sinfónica de Bilbao), Ton Risco, (Jazz) Carlos Vázquez (Compositor) y Diego Ventoso (Solista).

Las lecciones se desarrollan por las mañanas desde las 09.00 horas a las 14.30 e incluyen un descanso de media hora, sobre las 12.00 horas. Y por la tarde, realizan diversas actividades, como son masterclass o la celebración de conciertos. "Seguimos con el estilo que nos caracteriza, y los que más nos interesa de las clases, es la convivencia. Por supuesto, también en aprender y contamos con profesores de primer nivel, tanto de aquí como de otros países, como Eslovenia o Alemania, pero principalmente, nos centramos en el componente humano", señala la organización.

Los alumnos podrán demostrar todo lo aprendido mañana en un concierto que irán preparando a lo largo de las clases. Los profesores, como Vicent Zaragoza o Andrés Rivero, coinciden en que ésta es una buena oportunidad para aprender, pero también para compartir experiencias. A esta opinión también se suman los alumnos como Matías Munín y Noelia Hernando. "Soy alumno de Juan Collazo (uno de los miembros de la organización) y el primer año vine con unos amigos, pero ahora se animaron otros compañeros del conservatorio", apunta Munín.

Además de la experiencia musical, los alumnos podrán conocer otras culturas como la africana, a través de las clases impartidas por Andrés Rivero.

"Yo quise apuntarme aclases de flauta, pero no quedaban plazas por lo que no tuve más remedio que inscribirme en percusión, y ahora llevo 11 años", señala Hernando a lo que añade: "Además la percusión es la base de todo, ya que marca el ritmo, que es fundamental, además un niño pequeño cuando le damos un objeto lo normal es que empiece a golpearlo, eso es ritmo".

El concierto de ayer corrió a cargo de Pelepau y hoy, a las 22.00 horas en el entorno de Os Pendellos, será el turno de Drumatica, grupo procedente de Eslovenia.