Galicia tiene al otro lado del Atlántico una herencia emigrante que no se olvida de una tierra separada por miles de kilómetros de distancia y un imponente océano de por medio. Uno de los puntos estratégicos, a los que tantos gallegos y estradenses partieron, fue la caribeña isla de Cuba. El legado del municipio pervive todavía en la memoria y actividad constante de las asociaciones que luchan contra el olvido. Una de ellas es el colectivo Hijos del Ayuntamiento de La Estrada, que ayer informó del homenaje que la entidad rindió al docente estradense Carlos Loureiro.

Según hacen saber desde La Habana, la junta directiva de la sociedad cubana, en sesión extraordinaria, decidió honrar la trayectoria del profesor estradense que se encuentra en la capital de la isla, acompañado por su mujer. Desde Hijos del Ayuntamiento de La Estrada se refirieron a Loureiro como "un destacado docente e intelectual estradense" e hicieron hincapié en que desde hace seis años ostenta el título honorífico que el propio colectivo le concedió en 2010 como "Socio de Honor".

El municipio, permanentemente en el recuerdo de los emigrantes y descendientes, celebró el homenaje en el antiguo palacio del Centro Gallego situado en la capital cubana, en el salón que lleva el nombre de uno de sus socios más destacados, Jesús Barros López.

La ceremonia para honrar a Loureiro recordó las actividades que el colectivo cubano lleva impulsado desde que, en 2003, experimentaron un "resurgimiento". El médico y directivo Manuel Barros, tomó después la palabra para conmemorar al visitante y homenajeado y enumerar los méritos por los que la entidad decidió honrarlo. Según indicaron desde Hijos del Ayuntamiento de La Estrada, Loureiro fue conmemorado por "el rescate y difusión de la obra" del escritor Manuel García Barros. También incidieron en las raíces familiares del docente estradense, destacando la labor que su tío abuelo, José Loureiro, desarrolló en la entidad cubana. Aseguraron que fue secretario del colectivo en varias ocasiones y que "desarrolló una meritoria labor patriótica en favor de la enseñanza laica, contra el caciquismo y contra la emigración". Además, destacaron su papel como corresponsal en Cuba del periódico local El Emigrado.

Loureiro recibió el afecto y cariño profesado por los miembros de Hijos del Ayuntamiento de La Estrada, así como "obsequios y recuerdos" del colectivo. Una ceremonia que sirvió para homenajear la ingente labor del profesor estradense en la difusión de la literatura con más impronta local. Su homenaje es una señal imborrable de la memoria que A Estrada todavía conserva en Cuba. Y en la de tantos otros que un día partieron hacia lo desconocido con la morriña llenando la maleta.