Los vecinos de Eidán, en Agolada, recuperan por segundo año el trabajo tradicional de la malla, un trabajo tradicional que consiste en limpiar el centeno para que solo quede el grano. Para ello, han utilizado una malladora clásica que separa el cereal de la paja. El siguiente paso consiste en pasar el grano por la limpiadora, que criba el cereal que lleva restos de la espiga.

Como buen proceso tradicional, culmina con una comida vecinal.