El Programa Integrado de Emprego Emprende Lalín Xove atiende a un total de sesenta jóvenes menores de 30 años, a los que informa y asesora acerca de cursos, prácticas y becas orientadas hacia el mundo laboral. Aunque el programa se termina el próximo 31 de agosto, Beatriz Otero y Montse Lois, técnicas que coordinan el plan, llevan trabajando a fondo desde el pasado septiembre con todos los inscritos en este iniciativa laboral, organizada por el Concello de Lalín.
El programa ayuda fehacientemente a encontrar trabajo a jóvenes. La mitad de ellos de "baja calificación", esto es, personas que sus estudios no alcanzan el bachillerato. Mientras, la otra mitad son personas con estudios universitarios o de formación profesional. Ambas trabajadoras consideran que el objetivo del plan fue mucho más allá que una simple información de cursos u ofertas laborales de la zona, afirman que "se ha llevado a cabo una labor intensa de seguimiento de cada una de las personas inscritas". Un trabajo que "es como buscar trabajo para treinta personas a la vez", asegura Otero. El plan lleva realizándose desde hace más o menos diez años, pero creen que este "ha tenido una dedicación más especializada y específica".
Al comienzo de la iniciativa realizaron un conjunto de entrevistas personales para conocer a los jóvenes y el ámbito en el que conviven para, de alguna manera, adecuarlo lo mejor posible a las salidas laborales. "Hemos hecho un seguimiento conociendo muchos temas personales, porque las cuestiones de casa también son necesarias a la hora de encontrar trabajo", incide Lois. De esta misma forma, se han encontrado que uno de las trabas han sido las obligaciones que tiene cada persona en su hogar: "Al final sabes que uno tiene alguien enfermo en casa que tiene que cuidar, que otro tiene hijos, entonces intentas buscarles algo adaptándose al horario que ellos tienen libre", dicen.
Tras la entrevista personal comenzaron a elaborar cursos colectivos que pudieran ser efectivos para todos los integrantes, como coaching o perfeccionamiento de búsqueda de empleo, "una manera de animarlos ya que también buscamos que adquieran autonomía". Además del contacto con los jóvenes inscritos en el programa, las técnicas también mantuvieron conversaciones con diferentes empresas de la zona de Deza, "para saber que puestos eran los que ofertaban". De esta forma podían concretar también cuales eran los cursos óptimos a realizar. Entre ellos, destacan el de atención comercial a cliente, operador de caja, mozo de almacén, informática, entre otros, "que sirven para completar su Currículum Vitae".
Otero destaca que ahora, al final del programa, los participantes acuden menos a los cursos, pero sostiene que también es debido a que la mitad ha conseguido trabajo -otros tres realizan prácticas laborales-, tanto por sus propios medios como a través de esta iniciativa municipal. Entre los "éxitos" que han logrado, resaltan el de un joven que "pasó de estar sin trabajo a ser indefinido en un perfil en el que encajaba a la perfección". Ambas coinciden en que el prejuicio que se atribuye a los jóvenes ninis no es aplicable a los lalinenses, pues creen que "la mayoría de ellos están en continua búsqueda, jóvenes de 18 años con ganas de trabajar y con un sentimiento de responsabilidad increíble", señala Otero.
