Dicen que no hay sonido más relajante que el del agua al caer. La lluvia ejemplifica a la perfección una frase que ha pasado a formar parte del refranero popular. Sin embargo, hay muchas otras alternativas a las típicas tormentas gallegas. Sin ir más lejos, A Estrada conserva en su interior dos tesoros escondidos entre rocas resbaladizas, matorrales y espesos árboles. Quien quiera relajarse con el rugir del agua, y aprovechar la sensación de frescor, solo tiene que acercarse a Callobre o Curantes. En estas parroquias estradenses pueden visitarse dos saltos de agua que han modificando la orografía y creado leyendas a su paso.
En el portal Turismo A Estrada, gestionado desde el consistorio, se hace expresa mención a las cataratas del río Curantes que, tal y como indican, es un afluente del Liñares. Como recurso natural destacado en el municipio, abre a su paso dos conocidos saltos de agua conocidos como el "Picho da Fervenza" y la "Poza do Maimón". Según aparece recogido en la página que promociona el turismo estradense, las inmediaciones de este entorno han sido declaradas de Interés Paisajístico.
El segundo gran salto de agua de A Estrada es el que se encuentra en la parroquia de Callobre. Se puede acceder al lugar desde abajo, para ver la caída del agua en todo su esplendor, o desde arriba. Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan en los últimos tiempos estos entornos donde el agua es protagonista es el acceso, muchas veces interrumpido por la maleza y el terreno. Sin embargo, desde el Concello se han impulsado iniciativas para intentar que estos dos reclamos de alto valor turístico se acondicionen. Una de las más destacadas fue la construcción de puentes de madera y la limpieza que los alumnos del Taller de Empleo hicieron en el acceso superior de la Fervenza de Callobre en el primer trimestre de 2015.
Aun así, es necesario seguir trabajando para poner en valor recursos que embellecen y enriquecen A Estrada. No solo Curantes y Callobre se visten con el traje de aguas, hay otros atractivos turísticos como la Lagoa Sacra de Olives y las Brañas de Xestoso, las playas fluviales o los cotos de Couso, Xirimbao y Ximonde que le otorgan todo el protagonismo turístico al agua. Solo es necesario destacar su importancia y poner en valor el legado que la naturaleza ha dejado en A Estrada.
