-¿Cómo alguien tan joven quiere hacerse policía nacional?

-Me gusta todo lo que tiene que ver con las fuerzas del orden y los servicios de emergencia, como la Policía Nacional o los bomberos, por ejemplo. Todo lo que se servir a los demás, y a la atención al público siempre me gustó. Por eso me gusta estar aquí, en la piscina, y poder atender a la gente. Siempre intento ofrecer mi mejor versión, aunque por dentro pueda tener un mal día. Delante del público siempre tienes que saber responder y hacerlo bien.

-¿Por qué eligió ese cuerpo y no otro dentro de la seguridad?

-Es que me gustan las ciudades. Por ejemplo, un guardia civil puede estar destinado en una ciudad, pero es más fácil que trabajes en una ciudad si entras en la Policía Nacional. Sé que es un trabajo duro y peligroso, por eso admiro tanto a los que se dedican a eso. Conozco a algún bombero y a algún agente de la Guardia Civil, que me gusta lo que me cuentan que hacen y lo que es su trabajo.

-¿Se considera capacitado para poder ser algún día policía?

-Yo creo que sí. De todas formas, antes de entrar allí tienes que pasar una serie de pruebas física y psicológicas para saber si puedes entrar en la policía. Yo puedo pensar que estoy perfectamente para serlo, pero a lo mejor ellos encuentran cualquier cosita que te lo impide. Si así pasara, yo lo aceptaría sin problema ninguno y me buscaría la vida por otro lado. Aún soy joven para seguir formándome. En el caso de que entrara no sé qué destino me gustaría más, aunque es cierto que la marcha siempre es más atractiva. Me gustaría poder trabajar en algo relacionado con la lucha antidrogas. Ves a la gente pasarlo tan mal por esas cosas que me gustaría ayudar.