Abrió sus puertas en el verano del año 2000. Tras quince estíos orientando a los turistas sobre los parajes y atractivos por descubrir en tierras de A Estrada, este año descansa por vacaciones. La oficina de turismo de la villa está cerrada a cal y canto en pleno mes de julio. Y así seguirá el resto de la temporada por falta de personal que la atienda.
En los últimos días, ya en plena temporada alta para la actividad turística, se aguardaba que de un momento a otro la caseta situada junto al Edificio de Usos Múltiples, al pie de la avenida Benito Vigo, se sacudiese el largo letargo invernal y levantase el cerrojo. Sin embargo, ya muy avanzado el mes de julio, la imagen de estas dependencias municipales no mejoró en los últimos días. Desde el Concello de A Estrada se confirmó en la pasada jornada que este servicio no funcionará este verano al no haber logrado la administración municipal la tradicional colaboración de la Diputación de Pontevedra para cubrir, a través de un becario titulado en Turismo, la atención especializada que requiere una oficina de estas características.
El primer teniente de alcalde, Juan Constenla, explicó que el Concello concurrió como habitualmente al proceso para contar con un becario que atendiese la oficina local de turismo durante los meses de verano. Sin embargo, explicó que este año se resolvió negativamente esta petición, de manera que las instalaciones tendrán que pasar los meses de julio y agosto cerradas a cal y canto.
El propio concejal recordó que esta situación no se dio en A Estrada desde que funciona esta oficina. Al ser preguntado por cómo canalizará el Concello la información turística que precisan y demandan quienes visitan esta tierras, Constenla indicó que el portal de turismo y los perfiles de este departamento en las redes sociales servirán para ello. Reconoció que algunos turistas han optado en los últimos días, al encontrar la oficina cerrada, por acudir al ayuntamiento para solicitar información sobre lugares de interés para visitar en su paso por A Estrada.
Cabe recordar que estas instalaciones municipales mantenían su apertura limitada a los meses de verano, los de mayor concentración de turistas. El servicio comenzó a prestarse en este enclave urbano en el verano de 2000, recibiendo en su temporada inaugural las solicitudes de información de más de 350 personas en los meses de julio y agosto. Los aspectos que más interesaban entonces a los visitantes eran los establecimientos de turismo rural, las rutas de senderismo, los lugares en los que poder comer marisco o atractivos tan característicos de estas tierras como el Pazo de Oca.
Un alto porcentaje de usuarios de estas instalaciones turísticas durante los últimos años eran visitantes llegados desde distintos puntos de la geografía española, a los que se sumaban algunos turistas extranjeros. Cada mes de septiembre estas instalaciones cerraban sus puertas hasta el verano siguiente. En 2015 lo hicieron sin saber que en el estío de 2016 seguirían de vacaciones.
