Sobre los adoquines del Kilómetro Cero, bajo un sol que ya comenzaba a ser de justicia, los nuevos alcaldes de aldea de Lalín se fotografiaron juntos por primera vez en un acto convocado por el regidor local, Rafael Cuiña, y al que asistieron otros miembros de su gobierno. Fue el mismo mandatario quien, tras agradecer la presencia de la mayor parte de los 52 delegados -faltaron seis-, desveló que el motivo de la cita era "vernos todos y que en el centro del casco urbano se visualice que Lalín es un concello rural".

El alcalde destacó "el alto porcentaje" de mujeres y jóvenes entre los pedáneos, de los que solo falta por nombrar el de Alperiz. Es el relevo de "una generación que seguramente hizo mucho por Lalín", apuntó Cuiña, que se felicitó por la elección democrática de "la mayoría": Treinta fueron elegidos en urna; trece fueron nombrados tras presentar un aval, pues eran candidatos únicos; y nueve fueron designados por el alcalde. "Lo fácil para mi era designarlos directamente, pero quisimos abrirlo y hacerlo democrático -significó-. Difícilmente, otro alcalde que venga podrá nombrarlos a dedo". También se felicitó por la pluralidad política de los cargos, que tendrán vigencia para lo que resta de mandato municipal.

Rafael Cuiña instó a los presentes a encauzar sus demandas a través de Miguel Medela -concejal de Rural- y a "darnos la leña que tengáis que darnos", porque lo importante es que "entre todos demos una vuelta al rural". Hizo hincapié en la "ilusión" y la "efervescencia" de los nuevos alcaldes; eso si, les pidió "calma", pues la avalancha de peticiones es tal que no dan abasto, aunque resulte "frustrante". A finales de agosto el Concello dispondrá de zahorra y se activarán obras a través del Plan Marco, además de disponer de una nueva partida presupuestaria para arreglos viarios. También les animó a pedir puntos de luz en donde sean necesarios.

"Para nosotros es fundamental la recuperación del rural, devolverlo a la pujanza de los años 90", declaró Cuiña, de pie sobre el KM 0. Aseguró tener "una radiografía de lo que hace falta en cada parroquia", aunque la actualizará con una nueva ronda de visitas durante el próximo mes. En todo caso, señaló que Castro es"la que peor veo" y A Veiga, "la que mejor está". En general, "las más desatendidas" son las parroquias pequeñas, entre las que el mandatario nombró a Galegos o Alperiz, y a ellas se prestarán los primeros auxilios. Julio Pérez, de Goiás, recordó al regidor, que lo invitó a intervenir que él "es el jefe del pueblo y sabe lo que tiene que hacer".