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En busca del oasis canino

El Concello de A Estrada estudia zonas para emplazar el futuro parque canino de la villa mientras impulsa el reglamento que lo regule

Un perro pasea por una de las calles del centro de A Estrada. // Bernabé/Luismy

Las zonas verdes y de esparcimiento se convierten en oasis en medio de la malla urbana, reductos en los que escapar del asfalto para practicar deporte; para que los más pequeños realicen, palita en mano, sus propios proyectos de ingeniería o, simplemente, para descansar a la sombra de un árbol. Sin embargo, con frecuencia se olvida que en los hogares existen otros miembros de la familia cuyas necesidades merecen atención. Es por ello que A Estrada aprobó hace unos meses, a propuesta del grupo municipal del BNG, la creación de un parque canino para el que se continúa buscando un emplazamiento idóneo.

Son varias las alternativas de ubicación. Una de ellas pasa por emplazar estas instalaciones en el entorno de la robleda municipal, si bien esta localización tiene sus detractores, que subrayan que se trata de una zona bastante apartada, lo que terminaría volviendo al servicio poco atractivo para los usuarios. En su momento se apuntó también a terrenos en la avenida Benito Vigo, próximos a A Baiuca. El edil de Medio Ambiente, Juan Constenla, reconoció que otra propuesta que se analiza es la finca de titularidad municipal situada frente al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1, también en la avenida Benito Vigo. No obstante, el concejal consideró que estos terrenos ofrecen una reducida superficie para el pleno disfrute de las mascotas.

En lo que ya trabaja el ayuntamiento es en la confección del reglamento que se encargará de regular el funcionamiento de este parque canino. Cabe recordar que la propuesta para estas instalaciones municipales pasa por habilitar un recinto cerrado en el que las mascotas puedan correr libres de cadenas y correas, aunque siempre bajo la supervisión de sus responsables. En este sentido, se precisa que estos estarían obligados, como en cualquier otro lugar de la villa, a recoger los excrementos de sus animales en un parque que estaría vigilado.

Se estima que el coste de la instalación no sea muy elevado, aunque en su momento se sugirió completarla con una pequeña zona cubierta para que los propietarios de los canes puedan resguardarse de la lluvia si el tiempo no acompaña cuando saquen a pasear a sus mascotas.

El Concello no es el primero en reconocer la necesidad de este parque canino. El centro juvenil La Estación ya intentó poner en marcha por su cuenta unas instalaciones de estas características, aunque se enfrentó a dificultades para encontrar material para llevarlo a la práctica. Su idea ansiaba un espacio para todo tipo de perros, con diversas atracciones para fomentar sus habilidades.

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