Vecinos de la calle Maruja Gutiérrez de Lalín mostraron ayer su malestar por las diversas molestias que ocasionan los jóvenes durante la celebración del botellón en los fines de semana. Además, instan al gobierno local a que tome cartas en el asunto para poner fin al problema que, según indican, les impide conciliar el sueño de viernes a domingo. El asunto no es un hecho aislado, puesto que los efectos del botellón se aprecian en otras zonas de la localidad como los tramos de las calles Molinera y Rosalía de Castro, o las calles Pintor Laxeiro y González Taboada, cuyos habitantes también se han quejado por todo ello.

La vecinos afectados de Maruja Gutiérrez afirman que adolescentes se concentran en la zona y orinan en la vía pública, especialmente durante las madrugadas dominicales. Además, señalan que es frecuente ver cómo destrozan plantas de las zonas verdes. También se quejan de las micciones que aparecen los domingos por la mañana, sobre todo, en portales de algunos de los edificios. Cabe destacar que la ordenanza municipal establece sanciones para los que hacen sus necesidades en la vía pública, pero los afectados consideran que las sanciones deberían endurecerse y aplicarse de manera contundente. El colectivo vecinal estudia poner en práctica medidas legales para acabar de una vez por todas con el engorroso asunto.