Los concellos de las comarcas precisan una media de 30 euros de cada 100 de sus cuentas públicas para pagar las nóminas del personal. Los ajustes realizados en las plantillas en los últimos años y la imposibilidad de sacar a concurso plazas que no estén debidamente justificadas han aliviado las cuentas municipales. Pero este escenario podría ser transitorio si se tienen en cuenta procesos de regularización de empleados públicos como los que afectan ya a Lalín y a Rodeiro, y que podrían extenderse a otras localidades. Con todo, salvo excepciones, los concellos de mayor dimensión no son los que más problemas tienen para sostener a sus plantillas, sino los que tienen unos recursos más limitados. Un ejemplo es Lalín, donde el personal absorbió el año pasado el 26% de sus presupuestos. En el otro extremo está Dozón, donde el gasto se acerca al 39%.
Así se deduce de los datos de la liquidación presupuestaria de las cuentas del pasado ejercicio que hizo públicas el Ministerio de Hacienda. En ellas se constata una importante diferencia entre lo que supone para unos y otros ayuntamientos sostener a su cuadro de personal. Además de los casos citados de la capital dezana y Dozón, Vila de Cruces es el que más se acerca a Lalín como entidad con más solvencia para afrontar los salarios de su plantel, una vez que representa el 27% de sus presupuestos. Silleda emplea 34 de cada 100 euros para este capítulo y Agolada precisa 36. Una vez más, Hacienda carece de datos del Concello de Rodeiro, que no envió la liquidación presupuestaria. El incumplimiento del artículo 36 de la ley 2/2011 implica que el Estado penaliza a estos ayuntamientos en el reparto de fondos. Según los balances económicos del ministerio, A Estrada destinó casi el 33% de sus cuentas a satisfacer las nóminas de sus trabajadores, mientras que en Forcarei fue el 29% y el 32,5% en Cerdedo. Si atendemos a las dos cabeceras de comarca, los 4,5 millones que precisó para pagar al personal son 150.670 euros menos de los previstos, mientras que A Estrada subió su gasto en 263.300 euros para totalizar 4,7 millones.
Con estos balances presupuestarios se puede establecer una comparación entre la previsión de gastos e ingresos y las cuantías que finalmente se liquidaron. Así las cosas, los concellos de las comarcas -a excepción de Rodeiro- dibujaron en sus cuentas públicas un gasto de 40 millones de euros y unos ingresos de 41,6. Pero estos cálculos difieren mucho de los que finalmente constan en este informe, una vez que tanto los ingresos como los gastos subieron de una forma considerable. A los ayuntamientos llegaron 8,1 millones más de los que se preveían y en consecuencia el gasto subió en 9,45. Todos aumentaron, a excepción de Silleda, los gastos en relación a los fondos que tenían previstos en sus cuentas anuales. En Trasdeza el gasto fue de 583.400 euros menor. Pero donde se muestra la diferencia entre los recursos económicos que llegaron y los que salieron de los departamentos de hacienda es en la comparativa entre ingresos y gastos. Lalín, Vila de Cruces y Cerdedo gastaron durante el pasado año más dinero del que fueron capaces de recaudar. En la cabecera comarcal dezana la diferencia fue de 800.000 euros, mientras que en los otros dos concellos se situó en 105.233 y 113.934 euros respectivamente. Silleda gastó 200.000 euros menos de sus ingresos totales y Agolada, 850.000. En Dozón el balance positivo es de 78.284 euros y en A Estrada y Forcarei, de 98.453 y 131.645 euros respectivamente.
Por otro lado, los ayuntamientos destinaron 11,3 millones a inversión real. Lalín, en un año marcado por la adquisición del parking Aldea Grande, fue la administración local claramente más inversora al alcanzar los 4.720.340 euros. A Estrada se quedó en 2.466.720 y Vila de Cruces adelantó a Silleda al habilitar para inversión 1.130.513 euros frente a 1.068.301. Otra singularidad semejante se produjo en Agolada y Dozón, pues el concello más pequeño tuvo, con casi 316.000 euros, más inversión que el otro, donde se quedó en 271.567. Finalmente, Forcarei acometió inversiones por un importe de 841.251 euros y Cerdedo se quedó en 485.800.
