La decisión de Manuel Taboada de abandonar Salvemos Catasós tiene repercusión en el seno del grupo de gobierno. Porque el ejecutivo, al margen de otras consideraciones, sí puso su empeño en sacar adelante el ENIL para Casas Vellas. La primera sorpresa llegó cuando se propuso contar con las firmas de los afectados y la mayor parte de ellos le dio la espalda a la concejalía que dirige Celia Alonso. Entretanto, el Concello debe decidir si tramita o no el ENIL ante la Xunta, bajo la amenaza de que la administración gallega no lo respalde. El alcalde, Rafael Cuiña, señaló ayer que Taboada le comunicó el martes su decisión de abandonar una plataforma cuyo futuro está más cuestionado que nunca. "Hay cosas que no me están gustando, pero mantendré un silencio prudente. Hay algo en esta cadena de acontecimientos que se me escapa, pero lo sabré", declara. El mandatario adelantó la voluntad del gobierno local de "proteger" Casas Vellas. El teniente de alcalde, Nicolás González Casares, dejó caer que el ENIL se limitaría a este bosque por operatividad y también por costes.