El Tecor Bertaña, en Agolada, llevaba dos años sin realizar batidas en zonas como Borraxeiros o Berredo. Por este motivo, los daños del jabalí en los cultivos son especialmente notorios en la presente primavera. Una de las fincas afectadas por las incursiones del cerdo salvaje es la de Manuel Leiva, vecino de Berredo. Cuenta que el jabalí burló el muro de piedra de su parcela y destrozó media plantación de patatas. Es la primera vez que ataca este tipo de cultivos, pero es que en otros años también realizó serios destrozos en otra finca de maíz. Leiva se puso en contacto con los cazadores, que tramitaron ante la Xunta permisos para controlar los daños del animal. La Consellería de Medio Ambiente, según relata Leiva, permitirá que se realicen desencames con perros atrelados, la primera de las medidas que permite el protocolo de la Xunta. Si ésta no surte efecto, se realizarán desencames con perros sueltos pero sin escopetas y, por último, esperas nocturnas y batidas.

Por el momento, se han realizado batidas en Dozón, después de que ganaderos y cazadores insistiesen ante Medio Ambiente debido a la proliferación del animal. Desde la organización Unións Agrarias se considera que estas medidas deben extenderse al resto de la comarca. Para este sindicato, el jabalí es una auténtica "plaga", y como tal debe asumirlo la Xunta. Uno de los últimos ataques del animal en Lalín fue en la localidad de Castro de Cabras. Allí, el animal volvió a levantar por tercera vez el maíz sembrado para silo. Unións insiste en que el jabalí "arruina a familias enteras", que ya están en una situación dramática debido a que los precios que reciben por la leche siguen siendo ruinosos. Unións exige que se valoren los daños y que se paguen con carácter de urgencia para poder hacer frente a la manutención de las vacas.