Desde hace un año las carnicerías de A Estrada no cuentan con el servicio que prestaba el Matadero Comarcal. Debido a la liquidación de la empresa concesionaria de las instalaciones, su cierre repercutió en los negocios estradenses a nivel económico y laboral según aseguran sus encargados. Más de 365 días después, las carnicerías no tienen buenas perspectivas respecto al restablecimiento del servicio a corto plazo. El alcalde de A Estrada, José López Campos, también asegura que para la puesta en marcha del matadero todavía hay que sortear "serias dificultades".
Aunque la mayoría de los negocios consultados considera que el servicio es necesario, el cierre del recinto no tuvo la misma repercusión en todas las carnicerías. Las más afectadas, aquellas que trabajaban directamente con el matadero local, han notado un elevado incremento de sus gastos. También aseguran tener que adaptar sus horarios a las exigencias impuestas por los recintos con los que actualmente trabajan, lo que supone un incremento en las horas de jornada laboral.
Desde carnicería Codesido aseguran que, aunque el servicio del matadero de Santiago con el que operan es bueno, los gastos de desplazamiento y distribución descompensan la balanza. Además, apuntan que disponer de un recinto en el municipio permitía una mayor flexibilidad en los horarios de trabajo. Pero a las quejas de corte económico y laboral, se suman otras denuncias. Desde Codesido indican que nadie se pone en contacto con ellos para informarles de la situación en la que se encuentra el matadero y que la promesa de solucionar el problema "en dos o tres meses" finalmente no se cumplió.
Desde carnicería Mosquera coinciden en que la repercusión más grave de la situación que atraviesa este servicio es la económica y que los horarios de trabajo también se han visto afectados. El negocio trabaja con un matadero santiagués, lo que implica tener que desplazarse a la capital gallega dos veces por semana para recoger la mercancía. Al igual que Codesido, el establecimiento denuncia la falta de información sobre la cuestión por parte del Concello.
Ante la situación en la que se encuentran, su encargado, Carlos Mosquera, apunta: "nadie se preocupa, no existe interés". E incluso llega a asegurar que se sienten "desamparados" por el gobierno local.
En carnicería Coto también se han visto afectados por el cierre del matadero estradense, si bien su encargado, Manuel Coto, apunta que "hay que adaptarse". Él, que también se desplaza a Santiago, no considera que la repercusión económica derivada de los gastos de distribución sea tan elevada. Dice que "Santiago está al lado". "Puede suponer de trabajo una hora más a la semana como mucho", sostiene. Aunque coindice con sus compañeros en que no se está manteniendo informadas a las carnicerías sobre la situación del matadero, Coto indica: "no hace falta, todos sabemos lo que hay".
Otros locales del municipio, como la carnicería Maribel, dice que llevaba varios años sin trabajar con el matadero de A Estrada. Indica que con el que actualmente trabajan, también en Compostela, ofrece "un servicio muy bueno en precio, calidad y responsabilidad".
Aunque exista cierta discrepancia, todos los negocios aseguran lo complicado que sería volver a poner en marcha un recinto que ven necesario. Desde carnicería Silvia, aunque nunca trabajaron con el matadero estradense, inciden en que cualquier servicio que se retire de un municipio repercutirá más o menos negativamente sobre el mercado local.
Al menos a corto plazo, las perspectivas no parecen buenas. Las carnicerías aseguran que la inversión para acondicionar el matadero es demasiado elevada como para que el problema consiga una pronta solución.
