Una subcomisión mixta conformada por miembros de Patrimonio de la Archidiócesis de Santiago y del correspondiente departamento de la Consellería de Cultura se reunieron días atrás para valorar el proyecto que le remitió el Concello de Vila de Cruces de cara a la reconstrucción de parte de un muro derribado en el monasterio de Camanzo. Este equipo dio luz verde a la propuesta del gobierno municipal y permitirá colocar la piedra en seco. Desde la Archidiócesis se señala que no hay todavía un presupuesto para estos trabajos pero que, en cualquier caso, el Arzobispado colaborará en los gastos cubriendo el 10% de los mismos.

Desde el Concello de Vila de Cruces, su alcalde, Jesús Otero, señala que la obra correrá a cargo de la parroquia y que es el propio sacerdote, Alejandro Bautista, quien lleva las riendas de esta recuperación. Esta Redacción no pudo contactar en los últimos días con el párroco para obtener más detalles de la actuación prevista. El regidor indica que recibieron el permiso de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural días atrás y que desde el Concello no se aportará cuantía económica, si bien ya se colaboró en la recuperación del muro con la redacción y envío del proyecto, que estima un presupuesto de 2.600 euros para las obras.

El muro perimetral del monasterio de Camanzo se vino abajo el pasado 4 de enero a consecuencia de los intensos temporales de lluvia. La construcción está hecha de mampostería y con barro y piedra menuda en su base, de ahí que terminase desmoronándose por la acción de los agentes meteorológicos y el paso del tiempo, que lo habían ido desgastando. El tramo afectado es de unos cuatro metros de largo por dos de alto, en una zona próxima a una puerta lateral. Pero, según el informe elaborado por el Concello, será necesario actuar en una franja de al menos siete metros de longitud para consolidar el tramo caído y evitar nuevos derrumbes en el futuro. La autorización de las obras ha tardado más de cinco meses en llegar.