El teniente de alcalde y portavoz del PSOE, Nicolás González Casares, fue el más duro con lo que a su juicio fue la utilización política de un asunto injustificable, pero que en todo caso cobró una dimensión extraordinaria. "Entramos en terreno peligroso, porque aquí se espió, persiguió e investigó a rivales políticos. Sí, ustedes como partido político, espiraron y persiguieron y encima sacando conclusiones erróneas propias de Mortadelo y Filemón", espetó Casares a la bancada popular. "Fue una denuncia política que trató de sacar réditos políticos, por eso lo que vivimos durante este último mes es algo insólito y es para pensar".

Moción de censura

La concejala de A Plataforma Aberta Cidadá de Lalín (APAC), Lara Rodríguez Peña, declaró que sentía cansancio de repetir los argumentos que su partido ya había ofrecido por este asunto. "Creemos en la regeneración política y nosotros no lo haríamos, pero ¡si ahora un insulto es una calumnia! Una vez que Peña, reiterando su reprobación a este asunto, no tenía intención de extender su intervención, dijo en tono jocoso a los ediles de la bancada popular: "Si queréis hago una moción de censura y me voy con vosotros. Ya dijo que lo desapruebo, ¿qué más pretenden?" A esta afirmación replicó rápidamente José Crespo alegando: "con ustedes, cero posibilidades de gobernar". Por último, la edil de APAC añadió: "yo de titiritera también tengo poco y de persona manipulable, tampoco".

En la comparecencia del alcalde también tomó la palabra la portavoz de Compromiso por Lalín (CxL), Teresa Varela, quien opinó que Cuiña tomaría nota de un error que no debía empañar su gran capacidad de trabajo. "Sigo manteniendo que Rafa es el equilibrio de este gobierno". Además, resaltó que, como letrada, le llamó la atención que al alcalde de aldea de Castro le fuese interceptado su teléfono móvil por la Guardia Civil, además de otras prácticas realizadas por los agentes para las que se precisa autorización judicial. Por echó en falta más rigor por parte de la Policía Judicial.