La noche más corta del año, en la que el fuego purificador de las hogueras de San Juan quema todo lo malo que quien la salta quiere dejar atrás, fue paradójicamente en la comarca de Tabeirós-Terra de Montes la más larga.

Por segundo año consecutivo, Figueiroa volvió a polarizar la atención de los estradenses que prefirieron celebrar el San Juan en la villa. Si por la tarde ya había habido muchas actividades de animación deportiva infantil y se había iniciado la preceptiva sardinada, a partir de las 22.30 horas comenzaron a llegar a la zona deportiva y cultural centenares de personas. Degustaron pulpo y churrasco fundamentalmente así como de las sardinas distribuidas gratuitamente por la organización. También tuvieron un gran éxito las atracciones, más numerosas que el pasado año. A medianoche se encendió el pertinente "lumeiro" en la explanada del frontón y media hora más tarde arrancó la vervena con la orquesta Olympus ante el Coto Ferreiro. Le dio continuidad la discomóvil CDC, que mantuvo la marcha en la zona hasta las seis.

La celebración del San Juan en la villa no solo corrió a cargo de Figueiroa. También A Cañoteira tuvo su particular fiesta.

Pero, para otros muchos, la referencia estaba indudablemente en O Areal de Berres. La espectacular "carballeira" a orillas del Ulla se llenó un año más de la magia del San Juan y los ritmos musicales más tradicionales. Pandillas de amigos y familias quedaron en este emblemático enclave para disfrutar de la noche más corta del año alargándola hasta bien entrada la madrugada. O Areal volvió a cautivar con su sugerente iluminación y con el bello espectáculo que proporcionan los fuegos artificiales en el cielo y reflejados en el Ulla. Tequexetéldere, The Onc O'Clock, Brazukas, Nosoutros y Delombaos pusieron la nota musical.

La combinación de robleda y fuego purificador también cosechó un gran éxito en Callobre, que celebró su primera Noite Máxica del solsticio de verano en el castro. El desfile de antorchas del que ya informó ayer FARO -tras pasar por la Sobreira de Valiña y Aldea Grande-entre otros parajes, llegó a A Fervenza Las doce mujeres celtas y la reina portando antorchas danzaron una coreografía diseñada por Sofía Mosteiro del Gimnasio Absolute hasta llegar al castro. Allí, a medianoche volvieron a danzar. Música seleccionada por Sindo Pereiras contribuyó a elevar la tensión. Entonces, las trece mujeres, todas a una, y al grito de "lume á bruxa" prendieron la hoguera y Calistea ardió gritando, con todos los males adheridos a su falda. Regatos, Os Ke Hai, Bótalle Terra, Bolboretas de Moreira y Gaiteiros de Barbude animaron musicalmente la fiesta. A la salida, los asistentes cumplían con la tradición de lavarse con agua de rosas. Se iban pidiendo que esta original fiesta se repita el año próximo.