Después de que en el pleno del jueves desvelase, como ya apuntó ayer FARO, que el Tribunal de Contas ha iniciado diligencias previas para investigar el pago de horas extra y productividad en los ejercicios 2011 y 2012 cuestionado por el Consello de Contas, el alcalde de A Estrada, José López Campos, anunció ayer su intención de realizar "una defensa férrea" de esos pagos, realizados en parte por el bipartito PSOE-BNG en su último año de gobierno y en parte por el actual ejecutivo en el primer ejercicio de la legislatura anterior.

Según detalló ayer el munícipe, el Consello de Contas estima que el Concello se excedió en el pago de gratificaciones y productividad y, consecuentemente, el Tribunal de Contas le envió el pasado 16 de junio al Concello un requerimiento en el que le solicitaba diversa documentación acerca de las gratificaciones por horas extra y el reparto de la productividad. Desde el punto de vista legal, las gratificaciones no deben superar el 10% de la masa salarial y la productividad no debe exceder el 30% ni tampoco ser lineal, como ocurría en A Estrada desde que un acuerdo plenario adoptado en 1996 instauró esa medida.

En el caso de A Estrada, en 2011 -en épocas del bipartito- se abonaron 145.000 euros en horas extra, lo que supone más del 23% de la masa salarial (frente al 10 que establecía la ley). Y si bien la productividad no excedía el 30% de la masa salarial, en este caso es el reparto lineal realizado lo que cuestiona el Consello de Contas. En 2012, los presupuestos ya redujeron el 23% de gratificaciones y horas extra a un 15% y finalmente se pagó menos del 10% pero la productividad -cifrada ese año en el 29% de la masa salarial de los funcionarios, muy cerca del límite legal - vuelve a estar en cuestión por su reparto lineal.

Así las cosas, el Tribunal de Contas está revisando toda la documentación tras iniciar diligencias previas y deberá determinar si existe responsabilidad contable y, por tanto, procede abrir el caso. "En el peor de los casos", explicó López, los trabajadores "tendrían que devolver lo que se cobró de más" y se le podría "reclamar subsidiariamente a quien autorizó" los pagos, es decir, "a quien los validó", por ejemplo los órganos de gobierno como la Alcaldía o la junta de gobierno local.

No obstante, el munícipe confía en que la situación se resuelva satisfactoriamente para los "intereses de todos": de los trabajadores y también de ambos gobiernos. Hace notar que las horas extra se pagan fundamentalmente para abonar trabajos realizados fuera del horario laboral para garantizar servicios básicos a los ciudadanos.

En cuanto al reparto de la productividad, señaló que en esa materia se seguían los criterios fijados en el año 96. Puede estar "mejor o peor" pero "todo el mundo" -incluida las administraciones autonómica y estatal- pudieron recurrir ese acuerdo plenario. No ocurrió así y ahora se cuestiona. Y el jueves el gobierno aprobó en pleno -con la abstención del BNG y el voto en contra de PSOE y Móvete- fijar nuevos criterios para su reparto. Convencido de que son "objetivos", López señaló que es justo premiar la "disponibilidad horaria" que, por ejemplo, muestran los obreros que trabajan a"a las 3 de la mañana" cuando hay roturas en la traída para garantizar el servicio. Si los operarios muestran una implicación personal y formativa para prestar mejor servicio, hay que corresponderles. "No se pueden confundir sus obligaciones con la productividad", consideró, convencido de que no es justo efectuar un reparto lineal entre todos.