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El impacto de la LAT O Irixo-Lalín

La Xunta certifica que el Concello no necesita las firmas de afectados para el ENIL de Casas Vellas

Medio Ambiente explica que una vez realizada la tramitación, serían citados para formular posibles alegaciones

Recital poético reivindicativo en el bosque de Casas Vellas. // Bernabé/Luismy

El Concello de Lalín no necesita las firmas de los dueños de los terrenos de Casas Vellas afectados por el proyecto de Espazo Natural de Interese Local (ENIL) que se pretende impulsar en este bosque para preservarlo del paso de la línea eléctrica autorizada a Fenosa. Así lo asegura la Consellería de Medio Ambiente, quien concreta que entre los requisitos para el procedimiento de solicitud que están regulados por el decreto 124/2005 "no se pide la firma de los vecinos".

El departamento autonómico despeja así las dudas del gobierno lalinense, que siempre mantuvo que para llevar el ENIL a pleno y comenzar su tramitación ante la Xunta eran precisas las rúbricas de los afectados. Pero la consellería aporta más datos sobre el habitual procedimiento en casos en los que este elemento de protección se aplique sobre bienes de, como en Casas Vellas, de titularidad privada. En casos, indica Medio Ambiente, que se tramite el reconocimiento de esta figura y que haya propietarios implicados, la Xunta los declara interesados en dicha tramitación. Asimismo les comunica la propuesta para, en caso de si lo desean, puedan formular las alegaciones que estimen oportunas. El departamento del gobierno gallego avala así las tesis de algunos expertos que aseguraron que para que el Concello comenzase a tramitar el ENIL no eran precisas las firmas de los dueños. El Concello sí entendía, por contra, que estos apoyos eran preceptivos y la concejala de Medio Ambiente, Celia Alonso, explicó que la administración local solamente pretendía hacer valer el derecho de custodia de los árboles. La edil, tras conocer la opinión de colectivos como Adega o el biólogo lalinense Martiño Nercellas, alegó anteayer que si la Xunta corroboraba que no eran necesarias las firmas, el ENIL sería llevado al próximo pleno. No obstante, indicó que ninguna decisión política se tomaría pasando por encima de las recomendaciones de los técnicos; cuestión a la que aludió para mantener que a su juicio sí eran necesarios los documentos de custodia de los árboles firmados por los dueños de los predios sobre los que se fuese a actuar.

Primero fue Nercellas el que, tirando de la normativa vigente, dijo que las rúbricas no eran un trámite obligatorio para que el Concello, como entidad promotora, pidiese a la Xunta la autorización del ENIL. Luego, esta semana, Adega corroboró esta teoría. Su secretario ejecutivo, Fins Eirexas, aportó otra clave: Casas Vellas ya fue incluida por la Xunta como Lugar de Especial Interese Paisaxístico y por tanto los legítimos propietarios de la masa de bosque más o menos determinada ya tiene restringidos los derechos de uso sobre la misma.

En lo que coinciden los científicos y la concejala lalinense es que los afectados, con el ENIL, tendrán todavía más beneficios que en la actualidad. El Concello está obligado a presentar un plan de gestión para este espacio. El mismo comprende, además del tratamientos sanitarios a los árboles, la apertura de caminos de paso u otras infraestructuras. También mantendrían los aprovechamientos de sus plantaciones. A cambio, los vecinos deberían dejar libres sus fincas para el disfrute comunitario.

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