El gobierno local de A Estrada aprobó ayer en solitario una Relación de Postos de Traballo (RPT) que no satisface a nadie. Ni siquiera al alcalde que se siente "frustrado" porque, "tras negociar 3 años" un documento con los sindicatos y sacar adelante el anterior documento "con el apoyo del 50% de los representantes sindicales", los recursos presentados contra ese documento aprobado hace meses le obligaron a elaborar otro "aséptico" que incluye puntuación y funciones pero no cuestiones salariales. En cambio, el anterior -por el que el alcalde José López aseguró que le "llovieron palos" de PSOE, Móvete, BNG y sindicatos"- "iba al límite" que permite la ley "incorporando toda la masa retributiva". La oposición a su contenido, aseguró López, obligó al ejecutivo a irse al "camino fácil": elaborar el documento aprobado ayer, para obtener "informes inmaculados". Así lo aseguró el alcalde en un tenso pleno en el que munícipe y personal municipal terminaron por echarse en cara sus salarios.

Los del equipo de gobierno y el director de Régimen Interior los habían dejado muy claros desde el principio los trabajadores con carteles explicativos situados detrás de las butacas reservadas para el público y una gran pancarta que rezaba: "para los políticos mucha tela, para nosotros ni una arandela". Los representantes de los trabajadores ya se habían reunido horas antes con el alcalde en una reunión en la que este les había su intención de seguir negociando. Pero la disconformidad de la mayor parte de los trabajadores asistentes ayer al pleno era evidente. Y la de la oposición, también.

El PSOE hizo notar que la RPT aprobada ayer era "un documento sustancialmente diferente" al aprobado antes, "tanto que no lo reconoce nadie". Abogó por que los trabajadores -que "no lo apoyan porque no cumple sus expectativas" puedan alegar y vaticinó que será "papel mojado" y que tendrá "graves consecuencias" judiciales. También preguntó por su coste.

Móvete vio un "error que el gobierno" tire de "mayoría absoluta para imponer una RPT incompleta" -al no haber sido negociada ni valorar económicamente los puestos de trabajo"- que abre la puerta a futuros conflictos entre los trabajadores y la administración local".

El BNG ironizó con "lo malos" que son para el gobierno los sindicatos y culpó al gobierno de "tirar balones fuera", responsabilizando a sindicatos y oposición de una culpa que no les corresponde.

Tras el debate entre el popular Alberto Blanco, la socialista Belén Louzao, Mar Blanco de Móvete y Xosé Magariños del BNG, el alcalde tomó la palabra y, tras exponer su postura, suscitó la respuesta airada de algunos trabajadores. Acababa de decir que con la anterior RPT había empleados municipales como los policías locales que "subían 3.300 euros al año y, en alusión al importe de su nómina explicitado en los carteles, señaló que ·también puedo decir que la mayoría" de los policías cobraron "más de 5.000 euros en la nómina de diciembre" y "alguno" incluso "6.000". "No son los 1.100 euros qal mes que dicen que cobran", espetó, con evidente malestar por parte de los aludidos, que se vieron obligados a callar cuando el alcalde les pidió "respeto" y "silencio". Lo rompieron con aplausos cuando el PP aprobó en solitario la RPT, con el voto en contra de la oposición.

Gobierno y oposición volvieron a discrepar en los criterios de reparto de la productividad, que la oposición se teme que puedan estar afectados por la subjetividad de forma voluntaria o involuntaria. El reparto "a partes iguales" que se hacía desde 1996 es "ilegal", señaló López, desvelando entonces que otro conflicto surge ahora en el horizonte del Concello: el Tribunal de Contas decidió iniciar acciones preliminares y se están iniciando diligencias previas al considerar excesivo el gasto en horas extra registrado en 2011 y 2012. Según el munícipe, cabe la posibilidad de que los trabajadores estén "obligados a devolver" lo que cobraron y también de que exista "una responsabilidad contable de los concejales que aprobaron" esos pagos.