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Fugas en la red de abastecimiento

Caos en hogares y negocios por la falta de agua

Los hosteleros tiran de garrafas para alimentar cafeteras, lavar loza o preparar comidas - El ambulatorio recurre al depósito de reserva - Los vecinos se aprovisionan de agua embotellada -Algunos locales cancelan citas o cierran

Había que madrugar, y mucho, para que una buena ducha se llevase ayer la pereza por el desagüe. El que más y el que menos tuvo que marcharse al trabajo sin pasar por la bañera, tirando de agua embotellada para refrescarse y asearse un poco. "A las cinco de la mañana ya no había agua", explicaba ayer una ciudadana, mientras otra relataba su sorpresa al haberse encontrado una botella de agua a primera hora en el baño, detalle de un marido madrugador que también se quedó sin ducha.

En A Estrada no se hablaba ayer de otra cosa. La falta de agua monopolizó la conversación a la hora del café, en la cola del supermercado o en los encuentros en plena calle. "Fue en el mismo sitio", informaba un vecino a otro, haciendo alusión a que la traída volvió a mostrar su debilidad en la avenida Benito Vigo. La nueva rotura dejaba al casco urbano diez horas sin agua, sembrando el caos en los hogares pero también en múltiples y variados negocios.

Con la experiencia previa de largas horas sin suministro de agua por roturas en la avenida Benito Vigo -en la zona popularmente conocida como Gran Vía-, los estradenses tomaron desde primera hora la decisión de aprovisionarse de garrafones y botellas de agua. Al mediodía conseguir un envase de cinco litros era ya misión imposible en algunos establecimientos. De hecho, poco después de las nueve de la mañana las botellas se amontonaban en las cajas del súper, comenzando a proliferar las imágenes de ciudadanos cargados de agua por las calles.

También los profesionales de la hostelería no tuvieron más remedio que tirar del agua embotellada para tener a punto la loza o para preparar los cafés de primera hora de la mañana. El principal escollo para muchos fue el poder fregar, ya que desde algunos bares se explicaba que los cafés estaban garantizados al tener su cafetera una bomba externa externa que permite nutrirla con agua de botella.

Las garrafas se convirtieron también en el gran aliado para sacar adelante los platos del día en restaurantes, así como para ayudar a las labores de limpieza en algún establecimiento en el que se coló el agua tras la rotura de la tubería.

El arranque del día complicó también el trabajo en otros negocios. Es el caso de las peluquerías. En algunos casos se optó por echar el cierre, mientras que en otros se cancelaron citas. Servicios como cortar el pelo o depilaciones podían realizarse pero la falta de agua impedía atender peticiones como las de un tinte.

La carencia de abastecimiento complicó también las cosas para el funcionamiento de clínicas dentales, si bien en algunos casos se garantizó el servicio recurriendo a bombas y depósitos propios para hacer frente a este tipo de situaciones. No obstante, en otros casos no quedó más remedio que posponer citas.

Centro de salud

Así ocurrió con un par de cirugías previstas para ayer en la consulta del odontólogo del centro de salud de A Estrada. Si bien el ambulatorio solventó la falta de suministro de agua procedente de la traída recurriendo al depósito de agua de reserva para cubrir las necesidades básicas y el personal del centro de salud se afanó por efectuar una correcta higienización de manos e instrumental con detergente líquido específico para la desinfección, para mayor seguridad en el caso de las cirugías programadas en Odontología se optó por llamar a los pacientes afectados a casa y proponerles posponer las citas para días sucesivos, como hoy mismo, dado que los tratamientos a los que se les iba a someter siempre se efectúan con agua potable procedente de la traída.

Esta -que se había quedado vacía ayer a medida que los vecinos más madrugadores abrían el grifo- volvía a llenarse de agua progresivamente a partir de las 13.30 horas, poco a poco, para evitar que las variaciones de presión motivasen nuevas roturas. Vecinos y empresarios respiraban al fin con algo tan usual que no se valora hasta que se pierde: tener agua corriente con solo abrir un grifo.l

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