Nació en el verano de 2001. Dio sus primeros pasos sin tambalearse, muy segura de a dónde quería llegar. Su cometido era hacer parroquia y no tardó en conseguirlo. La imagen que proyecta Ouzande es la de una comunidad de vecinos que hace piña, ya sea para recuperar un entorno natural en favor del disfrute de todos, para cantar y bailar unidos hasta que el sol despierte a un nuevo día o para tejer una colcha que arrope una buena causa. La asociación A Fervenza sopló ayer las velas de sus primeros 15 años. Lo hizo como se hacen las cosas este enclave estradense: todos a una.

El de ayer en Ouzande fue un día para el recuerdo y la confraternidad. Además de compartir mesa y mantel, los vecinos recordaron todo lo que han vivido juntos a lo largo de estos 15 años. Una muestra de paneles recogió la historia de la asociación en imágenes, un recuerdo al que se sumó también un vídeo conmemorativo. A mayores, muchos de los presentes no dudaron en lucir la camiseta que Rosa de Cabanas diseñó para esta celebración especial. A buen seguro se convertirá en la prenda del verano en esta parroquia de A Estrada.

Desde sus inicios, la intención de A Fervenza fue la dinamización sociocultural de Ouzande. En un día para el balance, el colectivo recordó que estos años se han programado cerca de 300 actividades.

Entre los hitos de estos 15 años se encuentra la recuperación, contando con la colaboración de los socios y otros vecinos de la parroquia, del entorno de la Fervenza de Ouzande, el mismo paraje natural que bautiza a esta asociación. Además, se apostó de forma decidida por la recuperación del ciclo festivo anual, de manera que se programan actividades específicamente pensadas para que los vecinos disfruten juntos el magosto, los Cantos de Reis, el Carnaval, el San Juan o las fiestas parroquiales. Citas festivas que se han sumado al calendario habitual son los Xogos Oulímpicos que este verano llegarán ya a su cuarta edición.

Quince años dan para mucho. La parroquia ha acogido en este tiempo charlas y cursos sobre los más diversos temas, abordando materias más típicas del ámbito rural -caso de propuestas sobre le medio ambiente o los cultivos, por ejemplo- a otras menos habituales, como la astronomía o el lenguaje de las campanas. Fruto de esta propuesta, el sonido de las campanas de Ouzande forma parte del Arquivo Sonoro de Galicia.

Presentaciones de libros de escritores de dentro y fuera de la parroquia, actuaciones musicales, magos, cuentacuentos, teatro o malabaristas hicieron, señalan desde A Fervenza, del local social de Ouzande su propia Cidade da Cultura.

En este primer capítulo de su historia esta asociación ha caminado mucho. Las rutas programadas se cuentan por decenas, algunas de ellas convocadas para fechas fijas, como la Ruta das Letras o la caminata que esta parroquia realiza la mañana de Navidad.

La música y el baile tradicional son otra de las grandes apuestas de A Fervenza. Tanto que la asociación ha propiciado el nacimiento de una pequeña escuela por la que cada año pasan más de 60 alumnos para formarse en disciplinas como gaita, acordeón, percusión, pandereta o canto. Al abrigo de estas aulas nacieron grupos como Retrouso -tiene ya dos discos en su haber- o la formación de canciones tradicionales Recanto. "En las primeras fiestas teníamos que buscar gaiteiros fuera de la parroquia; hoy en día Ouzande exporta gaiteiros y gaiteiras", rememoran.

A Fervenza termina el repaso a estos primeros 15 años de trayectoria con una frase: Seguimos tecendo. Y de tejer también sabe, y mucho, esta asociación. Las clases que un día idearon han dado lugar a un grupo de artesanas que tejen y cosen juntas cada martes. Cada punto que dan en común las une más.

Una parroquia nace pero también se hace. En 15 años A Fervenza lo ha demostrado.