El alcalde de Lalín indicó ayer que, como había dicho esta semana, comparecerá a petición propia en el pleno de este mes. Pese a la gravedad de su actuación en este caso, Cuiña se limita a indicar: cometimos un error por el cual ya pedimos disculpas, pero en cualquier caso nadie nos va a hacer agachar la cabeza ante los ataques injustificados de los que carecen de argumentos para hacer oposición". El alcalde del gobierno cuatripartito aduce que sus disculpas son sinceras, las extiende a los vecinos de Lalín y a personas o entidades que se pudiesen sentir agraviadas por una acción que nunca trató de perjudicar a nadie".

Rafael Cuiña rehúsa aclarar si tiene pensado cesar en su cargo y sostiene que todos los juristas consultados están de acuerdo en que legalmente la denuncia presentada no tiene recorrido judicial, "un hecho del que también son sobradamente conscientes en el Partido Popular", dice. Entiende que esta tosca maniobra, impropia de un representante público, lo que busca el grupo de la oposición es "judicializar una cuestión exclusivamente política para tratar de sacar los réditos que no consiguen con su trabajo". Y asegura que pese a los intentos -del grupo opositor- su gobierno seguirá centrado en lo que verdaderamente interesa a la ciudadanía.

Cuiña fue respaldado por sus socios de gobierno, aunque esta maniobra no gustó a ninguno. A nivel interno los partidos que sustentan el ejecutivo reprobaron la actuación del alcalde y el PP le preguntó en varias ocasiones dónde quedará su reiterada proclama de que es un hombre de palabra y que nunca miente.