A Bandeira acoge mañana y el sábado la segunda edición del Festival Rural de Teatro, que organiza el grupo Medias Verdes y en el que colaboran el Concello de Silleda y la Banda de Música Recreativa e Cultural de Bandeira, amén de numerosos locales de la villa.
-¿Cuál es la programación de este año?
-Tenemos como novedad que añadimos un día más, el viernes, a modo de calentamiento, con la pieza Noite improbable, del grupo compostelano The momento impro. Será en la Taberna do Músico. Ya el sábado por la mañana en el centro cultural Vista Alegre se interpretan las piezas de la asociación Cotomanguelo, así como de los grupos locales Escenario Público, Petardo Teatro, Medias Verdes Infantil y Teatristéricos. Ya por la tarde, en la plaza, vuelven a actuar Cotomanguelo y Medias Verdes Teatro, y un grupo de Aspadeza, porque seguimos con nuestra línea social. Completan la programación la sesión vermú con la foliada de Os do Xalo, y un concierto de blues y soul, ya por la noche, en el Bar Arume y con Mojo Experience. Tratamos, en suma, de tener actividades en diversos puntos del casco urbano, para dinamizar todos los espacios.
-Usted comenzó con los grupos de teatro hace tres años, creando la sección de adultos de Medias Verdes. Ahora tiene 9 grupos ¿Qué les aporta el teatro a niños y mayores, que tanto les gusta?
-Creo que, sobre todo, el sentido de grupo, de colectividad, además del conocimiento cultural, porque procuro que detrás de cada pieza haya un trasfondo cultural. Ahora mismo tenemos la sección de infantil de Medias Verdes, así como tres grupos en Silleda, divididos entre los más pequeños, los de 7 a 12 años y los que superan esa edad. Además, montamos otro grupo en Lalín y en Vila de Cruces acabamos de montar una escuela, entre el Concello y yo, que arranca con 20 alumnos. Por de pronto, en el concello cruceño tenemos previsto organizar un festival el día 24.
-¿Con qué tipo de piezas trabajan, propias o adaptadas?
-Pues con ambas. O bien adapto obras de autores gallegos, como As bágoas do demo, de Ramón de Valenzuela, o bien creamos nosotros piezas, sobre todo con los grupos infantiles. Se trata de un trabajo de creación colectiva, en este caso, porque los niños improvisan durante los ensayos y yo escribo posteriormente la pieza a partir de esa improvisación. En otras ocasiones también echamos mano de cuentos que después adaptamos al teatro. Es una línea que me gusta seguir, porque con la improvisación nunca llegas al final de una obra hasta un par de semanas antes. La verdad es que fue un descubrimiento, porque a partir de aquí encontré mi trabajo como directora.
-¿Saldrán futuros actores de sus grupos?
-Yo creo que tanto pequeños como mayores vienen a clases de teatro para pasárselo bien. Pero ya hemos recogido algunos triunfos. Una de las actrices, Lía, ganó un premio a la mejor actriz en su instituto. Otra chica, María, está sacando Bachillerato y quiere presentarse a las pruebas de una escuela profesional.
